Cerati cumple 55 años

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Aunque sigue en coma, su hijo Benito lo visita para mostrarle nuevas canciones y su madre Lilian mantiene la esperanza de que despertará 

 

Recordado por su legado en la música tanto con Soda Stereo como en su carrera solista el cantante argentino Gustavo Cerati llega hoy a los 55 años de vida en una situación no tan favorable, al llevar más de cuatro años en coma tras su accidente cerebrovascular de 2010, cuando se encontraba en Venezuela como parte de su gira.

Su madre Lilian Clark y sus hijos, Lisa y Benito, nunca lo abandonaron y mantienen una esperanza intacta en su recuperación. El joven de 20 años decidió refugiarse en la música para honrar a su padre, enseñar las canciones que compone desde los tres años y editar su primer disco con la banda Zero Kill llamado Trip Tour.

“Aprendí a conectarme de una forma distinta con mi papá. Tuve que cambiar un montón de cosas de golpe, abrir mi cabeza y enfrentar otra clase de experiencias que, por ahí, las personas suelen vivir más tarde o no viven jamás. Si en algo me ha servido toda esta situación creo que fue en eso: terminó de abrir mi cabeza”, refirió el intérprete.

“Él siempre me ayudó mucho en lo que yo quería hacer musicalmente. Siempre le mostraba mis canciones y le sigo mostrando mis demos. Siempre fue mi compañero y va a seguir siéndolo. Yo creo que le gustaría”, afirmó su hijo mayor.

Benito ha compartido la música con Gustavo desde antes de su nacimiento, pues en 1993 los latidos de su corazón en los primeros meses de gestación fueron parte del tema “Te llevo para que me lleves” del primer álbum como solista del ex Soda Stereo, Amor Amarillo. Doce años después filmaron una canción juntos; “Adiós” se convertiría en la primera letra que escribió en coautoría para Ahí Vamos, sumada a otras cuatro más que fueron editadas en Fuerza Natural, el último material de su padre y que fue acreedor de tres Grammy Latino.

“Con mi viejo tenía rebuena relación, así que no me afecta, no tengo presión por ahí. Es gracioso: la gente cree que eso me da seguridad y me hace cancherearla, y es totalmente al revés. Crecí con inseguridades por eso, básicamente. Todo el tiempo me preguntaba: ‘¿Me corresponde este lugar?’ No es que salgo a decir soy el hijo de, ámenme; al contrario. Pero entiendo también que es inevitable. Yo quiero seguir mi camino, no quiero retomar lo que dejó mi papá”, expresó.

El sanatorio Alcla en Buenos Aires donde permanece desde 2010 informó por medio de un comunicado difundido por la familia en mayo pasado, cuando se cumplieron cuatro años de su estado, que Cerati se mantiene estable pero sin cambios significativos, ya que aún continúa con asistencia ventilatoria mecánica.

La fe es lo que mueve a su círculo cercano, su madre incluso ha declarado que puede percibir algunas sensaciones del medio ambiente. Sus amigos no han dejado de visitarlo y ponerle música, lo que hace que sus pulsaciones aumenten.

Por esta misma razón es que Benito recuerda con nostalgia que a los cinco años fue su papá el que lo ayudó a grabar música que después presentó en el patio de su casa; el proyecto se llamó Cohete. Misma situación se repitió poco después de la muerte de Michael Jackson cuando junto a su hermana le hizo un homenaje que quedó en la producción y mezcla de Gustavo, aunque no pudo terminarlo.

“Me encanta que en sus juegos de niño incluya el escribir canciones sin ningún tipo de responsabilidades porque yo, de última, puedo manejarme con cierta libertad pero es mi trabajo. Un niño no tiene que hacer nada de eso, lo hace por imitación, porque ha mamado eso desde chico… De pronto empezó a escribir letras que me mataban”, confesaba el propio Gustavo Cerati años atrás.