Si las madres solidarias anteriormente daban asilo a 200 migrantes al día, ahora sólo reciben a la mitad.
Norma Romero Vázquez coordina al grupo de Las Patronas en Amatlán de los Reyes, para dar comida, hospedaje y atención médica a los migrantes centroamericanos que cruzan Veracruz.
En las últimas semanas ha notado una disminución en el número de personas que son recibidas en el albergue.
Ella cree que el proyecto para la construcción de un muro entre Estados Unidos y México ha acabado con el «sueño americano» de hondureños, guatemaltecos y migrantes de otros países.
Si las madres solidarias anteriormente daban asilo a 200 migrantes al día, ahora sólo reciben a la mitad.
«El número ha bajado, pero siguen en los dos trenes que pasan al día, aparte de los que vienen caminando. Nos llegan grupos de diez, doce, caminando, dependiendo, muchos logran agarrara el tren pero ya viene a velocidad elevada».
La tarde de este martes, la activista y » patrona» acudió a Palacio de Gobierno para atender un asunto familiar, en la espera de ser atendida por personal de la subsecretaria de Gobierno, Romero Vázquez refirió que siguen recibiendo a migrantes a pesar de una considerable baja en afluencia migratoria.
Hace unos años, los migrantes viajaban en el tren de carga conocido como La Bestia; sin embargo, en 2014, la Secretaría de Gobernación (Segob), a cargo de Miguel Ángel Osorio Chong, prohibió que los migrantes lo utilizaran para llegar a Estados Unidos desde la frontera sur.
Lo anterior, bajo el argumento de que estas personas no sólo arriesgan su vida por caer del tren, sino también a ser víctimas de la delincuencia organizada.
Los migrantes ahora tienen que caminar, en su mayoría descalzos, kilómetros para llegar a su destino.
Las heridas en sus pies muestran parte de su sufrimiento. Los raspones y las llagas sangrienta en sus talones son curadas por Las Patrones, quienes, en ocasiones, también los dotan de calzado.
Ellas emprenden esas acciones gracias a los donativos de ciudadanos y empresas privadas.
«Hacemos lo que nos toca hacer como personas, ayudarlos, sobre todos hacer conciencia de la situación que se vive con ellos. Nuestro interés es que se lleve a todas partes. En Nayarit ya se hizo un voluntariado y damos gracias a Dios por la ayuda, los documentales y la difusión que eso también abre las mentes de personas que quieren actuar», remató.