Los integrantes del Movimiento Antorchista que no asistieran a la protesta afuera de la Dirección General de Transporte del Estado (DGTE) debían pagar una “multa” de 300 pesos a los representantes de la organización.
Los quejosos reclamaban mejores unidades del servicio urbano para las comunidades Las Cruces, Castillo Grande, Castillo Chico, Limón, Guayabo, Rancho Nuevo y Terrero, pertenecientes a Xalapa y Emiliano Zapata.
Sin embargo, mientras lanzaban consignas contra la dependencia estatal, exhibían una lona donde se leía: “taxistas antorchistas”.
Entre los presentes platicaban que quienes no acudieran serían acreedores a una sanción económica.
El Movimiento Antorchista, también conocido como Antorcha Campesina -organización ligada al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y poderes en turno- acarreó a su gente para presionar a la DGTE porque se ha negado a atender sus reclamos.
Solo la línea de Autotransportes Azteca ha sido beneficiada por las autoridades para cubrir las rutas en dichas localidades.
Sin embargo, la gente fue obligada a criticar al actual gobierno estatal, que encabeza Miguel Ángel Yunes Linares.
“Subdirector Alfonso López, exigimos transporte digno” y “como no soy de ciudad mi voz no cuenta y no tengo derecho a exigir un mejor servicio”, se leía en cartulinas.
Una mujer antorchista, sentada a unos metros de la manifestación, dialogaba por teléfono.
“Ya me duele hasta la garganta de tanto gritar. Grito: quiero Azteca, quiero Azteca para ir a ver a papá mom”, se escuchaba a un lado.
Al finalizar la reunión con funcionarios, sus líderes externaron lo acordado. Les habían prometido la operación de una nueva línea de autobuses en sus pueblos.
De pronto, todos comenzaron a aplaudir y lanzar porras.
Los miembros del Movimiento Antorchista habían acudido al lugar después de las diez de la mañana. Se retiraron a la una de la tarde con 20 minutos.