Y los ministros de Dios en Veracruz hablaron…

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LUIS VELÁZQUEZ

•El arzobispo y los obispos han dicho lo siguiente: La inseguridad sigue latente en todos lados
•No se tiene la paz anhelada
•Cuidado con la corrupción policiaca
•El gabinete de seguridad de Duarte ha actuado; pero no lo suficiente
•Basta de tantos robos: ladrones se han llevado 120 campanas en las iglesias

Uno se queda con el Jesucristo que tomó el látigo y a latigazos, a madrazo limpio, iracundo incluso, con toda su furia, lanzó del templo a los mercaderes.
También se queda uno con el Jesús que en el Gólgota reprochó a su Padre por qué lo había abandonado.
De igual manera con el Jesús de 9 años que desaparece y sus padres lo encuentran en el templo ocupándose de las cosas de su Padre Celestial, que eran las cosas del pueblo.
Y con el Jesús que traicionado por Judas, el apóstol, le dice con claridad meridiana, sin rodeos, lo que has de hacer… hazlo ahora.
Y con el Jesús justo… que en la última cena dice a su apóstol más joven y más leal que se acerque a su lado, porque estaba sentado en el otro extremo de la mesa.
Y con el Jesús que sin rodeos habla con sus apóstoles y les dice ante María Magdalena que aquel que esté libre de pecado arroje la primera piedra.
Y con el Jesús que sin medias tintas dice a Pedro, el apóstol que le ha jurado y perjurado lealtad, que antes, mucho antes de que el gallo cante tres veces tú me negarás.
Es el Jesús que uno admira. Y respeta. Nunca el Jesús lleno de mansedumbre que con todo, y en un acto de amor fraterno, resucita a su cuatacho Lázaro.
Por eso, uno se queda con el Hipólito Reyes Larios, el arzobispo de Xalapa, el sobrino del padre Larios, un sacerdote lleno de benignidad, que luego del Congreso Provincial en Orizaba con sus homólogos Obispos de norte a sur de Veracruz ha pronunciado las siguientes frases bíblicas:
Uno. El gobierno de Veracruz ha hecho esfuerzos; pero no se tiene la paz anhelada.
Dos. La delincuencia ha aumentado y en Veracruz la inseguridad sigue latente en todos lados.
Tres. La corrupción policiaca sigue. Y en nombre de la ética son despedidos; pero cuidado, porque luego se pasan a los cárteles.
Cuatro. La delincuencia común también ha multiplicado. En las iglesias de Veracruz han robado 120 campanas. Y los robos son constantes.
Cinco. Ante tantos robos a las iglesias, hablamos con el secretario General de Gobierno, Érick Lagos Hernández, y el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, y actuaron; pero no lo suficiente.
Seis. En Veracruz no tenemos paz social.
Por eso, el ciudadano común se queda con tal arzobispo. El Hipólito Reyes Larios que ha decidido también quedarse, parece, con el Jesús que tomó el látigo para expulsar del templo de Dios, convertido en un lodazal, a los mercenarios, a los fenicios, a los mercaderes que lucraban con todo, hasta con la vida humana.
¡Hosanna, hosanna, por el arzobispo y los obispos de Veracruz en cónclave provincial en Orizaba!
Esos son los obispos y los sacerdotes que los 6, 7 millones de habitantes de la tierra jarocha pobres, miserables, jodidos, desempleados, con salarios de hambre, migrantes, con una pésima calidad educativa y de salud pública necesitan cada día, cada noche, cada hora para recuperar la paz social, la paz del Señor, la paz soñada por Jesús.

JESÚS FUE CONTESTATARIO, REBELDE, INSUMISO

Está bien, claro, porque así lo establecen las reglas de la convivencia y la diplomacia que la cúpula eclesiástica de Veracruz conviva y cohabite con el gobierno de Veracruz.
Pero otra cosita es el silencio ante los graves y grandes problemas sociales, económicos, educativos, de salud, laborales y de inseguridad en el llamado estado ideal para soñar, también el Houston de México y la Arabia Saudita de América Latina.
Toda su vida, en el relato bíblico, Jesús estuvo de lado de los pobres y los jodidos. Su ejército fueron pescadores. Sus amigos, los pobres. Su padre, carpintero. Su madre, humilde y modesta ama de casa.
Nunca, jamás, Jesús se sentó en la mesa con las elites políticas de su tiempo.
Ni tampoco festejó su cumpleaños con vinitos ricos y carnes extranjeras.
Fue contestatario. Rebelde. Insumiso. Crítico. Lleno de indignación y coraje social.
Por eso mismo, incluso, Francisco, el primer Papa latinoamericano, ha mirado hacia ese Jesús.
Cada quien, pues, en su chamba. Con la amistad como un puente. Pero también, fortalecida la amistad porque cada quien cumple con su tarea.

SEAN DIGNOS, SEÑORES, SIEMPRE, SIEMPRE

Por eso, uno cruza los dedos, reza un padrenuestro, se hinca incluso en la iglesia, para que el arzobispo Reyes Larios y todos y cada uno de los once obispos de Veracruz… sean dignos.
Y dignos porque desde el sexenio anterior, desde Miguel Alemán Velasco, desde Patricio Chirinos Calero, los cárteles se han adueñado de la vida humana y de los pueblos de la tierra jarocha.
Y es que su palabra bíblica en Orizaba necesita reproducirse todos los días en Veracruz para que el Estado de Derecho se restablezca.
No más muertos. No más secuestros. No más desaparecidos. No más ejecutados. No más fosas clandestinas. No más cadáveres arrojados en el río Blanco y Coatzacoalcos y otros más. No más robos a casas habitación y asaltos al comercio. No más robos de campanas de iglesias.
Y tal sólo puede lograrse, como dice el arzobispo, con la participación de todos.
Pero más, mucho más, con la palabra de los ministros de Dios a quienes escuchan y hacen caso en el palacio principal de Xalapa.
Y más ahora con la dichosa ley Bermúdez, que criminaliza la protesta social, pues estaríamos hablando de que las neuronas se les ha desenganchado al gabinete político (Érick Lagos) y policiaco (Arturo Bermúdez) del duartismo.