De acuerdo con el Instituto Veracruzano de Educación para Adultos (IVEA), hasta 2023, en el estado de Veracruz, hay un 7.9% de analfabetismo en la población, 12.6% sin primaria concluida y 18% sin secundaria.
La capital veracruzana destaca entre los municipios con mayor número de casos registrando 136 mil personas que no cuentan con estudios básicos. Asmismo, se encuentra Veracruz (177 mil 546), Córdoba (162 mil), Orizaba (149 mil) y San Andrés Tuxtla (135 mil).
La investigadora de la UNAM, Carolina Sánchez García, señaló que esta problemática social está relacionada con la migración, la pobreza y la falta de motivación para estudiar, sobre todo en la población de origen indígena y que arriba a las grandes ciudades para vivir.
“Hay otros estados como Puebla, Quintana Roo, Veracruz, Hidalgo, que aunque tienen menor número de población hablante de lengua indígena, sin embargo es un problema significativo el analfabetismo”.
Sin embargo, dijo que pese a que existen programas de apoyos sociales, estos parecieran que no son suficientes, pues tan solo para las mujeres, la región más compleja para combatir el analfabetismo es la de las altas montañas, donde hay alrededor de 10 mil mujeres de entre 10 y 12 años que son madres solteras y viven en marginación sin grado de estudios.
Por su parte, el director del IVEA a nivel federal, Héctor Amezcua, reconoció que los jóvenes enfrentan tasas más altas de analfabetismo, en donde las mujeres son las que más destacan con aproximadamente 2.6 millones, mientras que en el caso de los hombres se registran 1.7 millones en el país.
“Es un rezago enorme, pero además hay muchachos que no quieren seguir estudiando que ya se dedicaron a trabajar, entonces se pudo avanzar muy poco y tuvimos que hacer una nueva propuesta de alfabetización”.
Se estima que el número total de personas en rezago educativo podría ser de casi 30 millones al término de este 2024.
Expuso que las estadísticas reflejan un desafío persistente en la educación en México, donde se requiere atención para mejorar las condiciones educativas y aunque se hacen esfuerzos aún falta por hacer.
“Tiene que ver con el tejido social mismo, es decir, si nosotros no atendemos en este caso a las personas para que tengan acceso a la educación, a una educación de calidad eso reditúa inevitablemente en la calidad de la ciudadanía”, remató.
