Verstappen birla la cartera a un Hamilton errático

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Max Verstappen al fin pudo romper el dominio de Lewis Hamilton. El holandés se hizo con la victoria en el Gran Premio Made in Italy y de la Emilia Romaña, en Imola, gracias a dos acciones decisivas: una espectacular salida en la que birló la primera posición al inglés, y un error de pilotaje del campeón sobre mojado. Una bandera roja le dio una segunda oportunidad y pudo remontar del 9.º al 2.º puesto.

Una salida espectacular

En el arranque, Verstappen le robó la cartera a Hamilton por el exterior, conquistó el primer ángulo y le cerró el paso para situarse primero

Con el asfalto mojado por la lluvia, el riesgo se incrementaba en la salida. Verstappen volvió a poner la sal y la pimienta con un arranque espectacular desde la tercera posición. Adelantó por el exterior a un Hamilton que le vio pasar como un avión. El holandés se situó primero al llegar al primer ángulo y cerró el paso al Mercedes, que se tuvo que ir por la escapatoria, pisando pianos y bananas (los obstáculos). Resultado: Verstappen se largó con el liderato y Hamilton se quedaba atrás, segundo, con Leclerc y Pérez a su espalda.

La salida de los españoles fue positiva para Carlos Sainz, que pasó del 11.º de parrilla a 7.º provisional, y luego 8.º, mientras que Fernando Alonso perdió una plaza, de 15.º a 16.º.

Primera interrupción

El accidente de Latifi contra el muro forzó la salida del primer ‘safety-car’

La carrera tuvo su primera interrupción ya en la primera vuelta, por un accidente de Latifi (Williams) contra el muro, que obligó a salir al coche de seguridad.

Al marcharse el safety-car, regresó la pugna en la cabeza.

Verstappen aguantó bien el ataque de Hamilton, que veía echarse encima a Leclerc. El holandés evitó el sorpasso y retomó su fuga: en una vuelta se largó a más de 5 segundos del Mercedes, muy lento, que perdía cuatro décimas por vuelta.

Hamilton, a la caza

Conforme se fue secando la pista, Hamilton dio alcance a Verstappen, que salvó el adelantamiento cambiando de gomas

Sin embargo, el desgaste de neumáticos marcaría el desenlace de la carrera: Hamilton, conservando mejor sus gomas intermedias, pudo ir acercándose progresivamente a

Verstappen, hasta 1,8 segundos en la vuelta 27. 

El Red Bull optaba por salir a cambiar de neumáticos, a lisos (el medio amarillo), para evitar el adelantamiento, y lo imitaba Hamilton un giro después. El holandés lograba mantener la posición por 5 segundos, gracias a una parada lenta del inglés (estuvo 4 segundos por un error al ajustarle la rueda delantera derecha).

Accidente de Hamilton

Inexplicablemente, cuando más cerca estaba Hamilton de Verstappen llegó el error del inglés: se salió del carril seco y se estrelló contra el muro

Calzada toda la parrilla con slicks, Hamilton empezó a volar y a acercarse peligrosamente a Verstappen. Llegaba a ponerse a 2,5 segundos del holandés, pero en la vuelta 31 cometió un error de bulto insólito en él: se salió del carril seco y se estrelló contra el muro a muy baja velocidad. Se quedaba sin opciones de victoria.

La suerte para Hamilton es que pudo regresar a boxes arrastrando el alerón delantero y en la siguiente vuelta beneficiarse de la bandera roja por un accidente entre Bottas y Russell. Un violento toque entre el Mercedes y el Williams que dejó la pista llena de porquería y obligaba a detener la carrera en la vuelta 34 de 63. El inglés de Williams se quejaba del finlandés, aunque el error fue suyo.

La carrera se retomaba con salida lanzada, a 29 vueltas, con Verstappen en primera posición, seguido de Leclerc, Norris, Pérez, Sainz (5.º), Ricciardo, y en 9.º puesto Hamilton. La emoción estaba servida. En la vuelta de calentamiento el holandés se salió de pista, pero salvó la posición.

La sorpresa fue Norris, que con gomas blandas superó a Leclerc y se trabajó la segunda posición, mientras que el error más grave lo cometió Sergio Pérez, que se salió de pista y cedió la cuarta posición.

La gesta, como se podía intuir, la protagonizó Hamilton: de 9.º a 2.º, con una escalada prodigiosa. Se comió por velocidad a Ricciardo, a Sainz, a Leclerc y a falta de tres vueltas a Norris. Verstappen, que se había fugado a más de 20 segundos, ya era imposible de alcanzar. De todos modos, una soberbia manera de minimizar los errores cometidos. Hamilton salva el liderato por un punto, el extra ganado por la mejor vuelta de carrera.

*LA VANGUARDIA