SIDA en Veracruz

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LUIS VELÁZQUEZ

 

SIDA en Veracruz

 

•Un nuevo Récord Guiness para la tierra jarocha: el segundo lugar nacional con casos acumulados de VIH, el segundo lugar nacional con muertos y el segundo lugar nacional con nuevos casos  •El gran fracaso del sector Salud

 

La investigadora Patricia Ponce ha puesto, una vez más, el índice en la llaga social.

Primero, con su libro Las guerreras de la noche documentó la vida de las trabajadoras sexuales de Veracruz.

Pero más aún, documentó que Veracruz se ha convertido en la entidad federativa número uno en la producción de sexoservidoras.

Y, lo peor: nadie en el gobierno de Veracruz, ni siquiera en el DIF, el organismo que postula la fortaleza familiar, menos en la Secretaría de Salud, escucharon el latido de su llamada.

Ahora, su energía está puesta en otro cometido: los enfermos de SIDA de norte a sur y de este a oeste del llamado estado ideal para soñar.

Uno. Veracruz ocupa el segundo lugar nacional en casos acumulados del VIH.

Dos. Veracruz mantiene el segundo lugar nacional en muertos del VIH.

Y tres. Veracruz conserva el segundo lugar nacional en nuevos casos.

Y no obstante que se trata de un antiguo, viejo reclamo, la respuesta gubernamental es el silencio. Los autistas de palacio.

Más aún si se parte de un solo principio: el VIH es un asunto de salud pública.

Años anteriores, cuando el SIDA se había multiplicado en el país, siempre se sostuvo, como hasta ahora, que el puerto de Veracruz ocupaba el lugar número uno con enfermos de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, a partir de un solo hecho: por aquí llegan barcos de todo el mundo con marineros que han recorrido los cinco continentes.

Nadie, entonces, leyó las notas periodísticas. Quizá, acaso, desde el gobierno de Veracruz fueron, como hoy, indiferentes.

Y más si se considera la lógica médica del doctor Juan Antonio Nemi Dib, secretario de Salud, cuando dice que “ni modo, la pobreza es mundial”, por tanto, que los pobres de Veracruz se jodan.

Cierto, cierto, cierto, y como afirma la investigadora Patricia Ponce, hay un desabasto de medicinas para atender de manera oportuna a los enfermos con el VIH.

Y el desabasto, dice, se debe al gobierno federal.

Pero al mismo tiempo, es tarea del gobierno de Veracruz y también de los alcaldes tocar puertas cuantas veces sea necesario.

Es más, habría de recordar que los grupos multisectoriales han cabildeado para que el gobierno mire hacia ellos y hasta huelgas de hambre han efectuado los enfermos.

Pero en un Veracruz ensangrentado por la violencia, con fosas clandestinas que aparecen por todos lados, con el río Blanco convertido en el cementerio de narcos más extenso del país, y en donde todos los días hay marchas de protesta en Xalapa, los enfermos de VIH se van archivando en el asunto de los pendientes.

Y más aún, hasta con el menosprecio de la elite priista que suele argumentar razones xenófobas y racistas.

 

FRACASO DEL SECTOR SALUD

De nada vale, por ejemplo, detallar el número de casos con que Veracruz ocupa el segundo lugar nacional con enfermos de VIH.

Por una sola razón: cada vida humana es invaluable. Cada caso representa una vida.

Por ejemplo, ninguna duda existe que hay una estadística, digamos, de los enfermos urbanos.

Y, en contraparte, quizá, acaso, ninguna encuesta se ha levantado sobre los enfermos en las zonas indígenas y campesinas y obreras, a partir de que una parte de los migrantes de Veracruz en Estados Unidos suelen regresar a sus pueblos con el VIH y, por tanto, han infectado a sus parejas.

También hay la versión de que los pueblos ubicados a orilla de la carretera por donde pasan los traileros registran un considerable número de enfermos de SIDA.

Peor tantito, la enfermedad es un asunto de salud pública porque en el escenario jarocho, de igual manera como el resto del país, de pronto el virus se extendió a las amas de casa.

Y ni se diga a recién nacidos, hijos de padres infectados.

Así, un día, y como en el cuento de Tito Monterroso, cuando la autoridad lo advirtió, el dinosaurio del VIH ya estaba ahí con un nuevo Récord Guiness para Veracruz.

Y, bueno, si Veracruz mantiene tal liderazgo significaría, como hipótesis primaria, que las campañas del Sector Salud para el uso del condón, el control sanitario, el cuidado en la relación sexual, etcétera, han fracasado.