“Si el miedo nos detiene, el crimen gana la batalla”

0
449

 

PRIMERA DE 2 PARTES

POR MARCELA SERRANO

La violencia transforma nuestra cotidianidad, se adueña de nuestras acciones, de nuestra capacidad para actuar, no es raro encontrarse inmerso en ella y no saber hacia dónde ir para generar una realidad distinta; dos prescripciones de expertos: suspender las dosis de miedo y empezar un tratamiento intensivo de trabajo en comunidad

 

El sistema se vale del terror para tener controlada a la gente

-Javier Pulido Biosca

filósofo por la UNAM

 

EL PROYECTO TEPITO, EJEMPLO A REPLICAR
Balám Solís, con experiencia en diseño e implementación de cursos en materia de participación ciudadana, pone el ejemplo de la Ciudad de México en Tepito: una orquesta sinfónica.

-Los niños que participan reciben clases de música de lunes a viernes, de 2 a 7 de la tarde, los instrumentos se los regalan y las clases no cuestan. Los niños de esta orquesta ya tienen un chance de escapar de la espiral de violencia de su barrio; las mamás pueden presumir que tienen hijos músicos (y no músicas).

Eso es reconstruir el tejido social de manera efectiva. Te cuento que los niños tienen seis meses y ya ejecutan la intro de Guillermo Tell de Rossini, y no te imaginas que nunca en su vida habían tocado un instrumento… Son 200 niños… si de ellos, uno se vuelve concertista, ya la hiciste, pero yo creo que serán más. Los niños están emocionados y se disciplinan… La neta es que hacen falta proyectos de éstos por todo el país. Existen, pero son muy pocos…

La violencia en México se ha extendido en cada centímetro del territorio. Secuestros, asesinatos, desapariciones, balaceras, robos, violaciones, muerte y miedo se han apoderado de la sociedad que al no encontrar soluciones en el estado se pregunta, ¿qué hacer?

Dos expertos, Balám Solís, sociólogo por la UNAM y Javier Pulido Biosca, filósofo por la misma casa de estudios, explican  cómo fue que llegamos a esta situación, qué nos espera y qué podemos hacer al respecto los ciudadanos.

Balám Solís, sociólogo, originario de Coatzacoalcos,  ha realizado  investigaciones colectivas sobre el impacto de políticas públicas educativas en comunidades indígenas, participado en el análisis del Movimiento Magisterial de Oaxaca, colaborado con el diseño e implementación de cursos en materia de participación ciudadana en el IEDF y actualmente pertenece al equipo de  asesores de la Secretaría de Desarrollo Social, lanza el detonante: la corrupción.

“Peña Nieto considera la corrupción como una cuestión cultural, algo muy mexicano, pero no es cierto, la corrupción es el soporte de la violencia y del crimen organizado. Atravesamos por una normalización de la corrupción, algo a nivel institucional. Por ejemplo, las relaciones del gabinete de Peña con las petroleras son algo ligado a la corrupción…. la diferencia es cómo lo asumes como institución: tirar la toalla afirmando que es algo cultural, te habla de que para el gobierno la corrupción es algo a lo que hay que acostumbrarse. No lo inventa este gobierno, pero se asume de manera diferente. La Secretaría de la Función Pública está desapareciendo, no hay controles eficaces para ejercer un sistema de Contraloría, pero todo esto permite que la violencia tenga impunidad. Ve Michoacán…”

 

-Desafortunadamente no necesito ir muy lejos para verlo… ¿cuál es nuestro papel como ciudadanos?

-Pues se han realizado ejercicios como las autodefensas. La sociedad civil organizada está rascando y empujando…

-Pero no es la gran mayoría; es una minoría muy, muy específica…

-No, pero es más de la que muchas veces se piensa. Tenemos que empezar por no aceptar el discurso oficial de la violencia. Si bien las redes sociales no cambian el mundo, generan un contrapeso al discurso de “normalidad” que se pretende reproducir. Es “normal” que no puedas caminar por el centro cuando el Ejército toma las calles, es “normal” que altos funcionarios de gobierno hagan grandes fortunas aprovechándose de sus puestos, es “normal” que en las calles de tu ciudad haya balazos y secuestros porque eso pasa en todo el país e incluso hay lugares que están peor…

 

“ROMPER LAS DINÁMICAS DE ANGUSTIA SOCIAL”

-Hace poco me asombró la similitud entre el México que retrata Fernando del Paso en sus Noticias del Imperio, y el que nos toca vivir en estos días: la violencia, la crueldad, el caos, la miseria y el lujo más obsceno conviviendo a metros de distancia…

-La violencia es un fenómeno presente en todas las etapas de la historia del país, pero actualmente lo que se vive es una generalización de la violencia, causada por el avance del crimen organizado. Toma en cuenta que la industria del narco (y los actos delictivos a él ligados como el secuestro, la extorsión y la trata de personas) tiene una historia que no se empezó a escribir aquí hace ocho o diez años, sino mucho antes cuando México dejó de ser un país puente para transformarse en productor. Los principales grupos criminales se dividieron el territorio para participar del mercado, pero en lugar de competir como lo harían las empresas de otro giro, emplearon la violencia para ganar las plazas.

Cuando Calderón emprendió la “Guerra contra el narco” no existía la capacidad del Estado para realizar esta acción: los cuerpos policiacos y los gobiernos locales participaban del mercado; los grupos criminales se dieron cuenta de esta situación y atacaron frontalmente al Estado Mexicano, por eso se afirma que se golpeó el avispero sin medir las consecuencias. Ahora operan en total impunidad porque saben que el enemigo -en este caso no otros cárteles sino el Estado-, es un enemigo al que pueden enfrentar.

-Entonces, ¿hasta cuándo seguiremos así?

-Como están las cosas, no veo un cambio pronto. La famosa Gendarmería de Peña es de chocolate comparada con el tamaño del problema. Hay que romper las dinámicas de violencia y angustia social por la falta de oportunidades. La idea es que los niños encuentren oportunidades para desarrollarse, escuelas, actividades recreativas, espacios para jugar y hacer deporte.

 

“LA SITUACIÓN DE INSEGURIDAD ES FABRICADA”

Javier Pulido Biosca, filósofo por la UNAM, editor de la revista cultural Raíces, columnista y analista de temas económicos, políticos, sociales y culturales;  autor de varios libros, entre ellos, Yuribia, serpiente viva (2004), Coatzacoalcos, 100 años (2006) y La cuestión Coatzacoalcos (2010) tiene una teoría que aterroriza: una inseguridad fabricada por el Estado.

“El sistema se vale del terror para tener controlada a la gente. El terror tiene muchos niveles: hay terror económico ¿qué va a pasar con la crisis?, ¿qué va a pasar con el empleo o con la empresa? También está el terror que tiene que ver con la vida… Michel Foucault tiene un libro: Vigilar y castigar. Ahí explica que el sistema se vuelve como un Big Brother para castigar a los que están dentro o hacer que ellos se castiguen a sí mismos; cosas tan conocidas para los mexicanos como la culpa. También hay otro libro: Humanismo y terror, de Herbert Marcuse. Ahí el autor habla de la manera en cómo aterroriza el que mete las leyes morales, de cómo se mete en las conciencias y de cómo impone la peor de las vigilancias que es la que no ves”.

-Leí un comentario suyo donde hablaba crudamente del caso de la niña Karime Cruz, incluso sugería que era un circo, una distracción montada para generar un efecto muy específico. Cuando lo leí, me pareció muy fuerte…

-Por supuesto que es una cuestión delicada, pero… a mí me brotó desde el primer momento el caso de Paulette. La buscaron: “¿dónde está?”, finalmente la encontraron hecha sándwich y nadie supo nada. Pero durante un tiempo sirvió de distractor para una serie de cuestiones que estaban pasando, precisamente con el grupo de Peña Nieto. Fue un caso fabricado. Algo que realmente nunca existió. Así es el sistema: acomoda a su favor todo lo que llega a ese oscuro mundo. En este caso, (el de Karime), había mucho dinero detrás: letreros panorámicos, letreros atrás de los camiones… Y luego resulta que la tan apática clase media de Coatza, de repente… ¡está haciendo marchas!, ¡sufriendo los rayos de sol!… lo que pasa es que la mayoría de la gente no tiene el filtro conceptual para darse cuenta de que esto es una manipulación. Cuando son reales las necesidades, dicen: “no, ¿yo por qué voy a hacer marchas…?”

El cuerpo así como lo habían escondido, estaba destinado a desaparecer por… ¡40 años!, entonces los indicios llevan a decir: “eso es provocado”. La situación de inseguridad está fabricada por el sistema. Son operadores de políticos los que están haciendo eso. No te doy los nombres porque no tengo pruebas y además no sería muy inteligente darlos. El caso de Karime sirvió para que salieran los industriales a pedir que viniera la gendarmería, pero no es con policías que se resuelve la violencia, sino haciendo valer la ley. CONTINUARÁ…