Se quejan por obras municipales

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POR ROSA VÁZQUEZ

 

Comerciantes de las calles Xalapeños Ilustres e Hidalgo manifestaron su molestia por la tardanza que han tenido las obras del ayuntamiento de Xalapa, pues sus ventas han disminuido más del 60 por ciento.

Criticaron que aunque ahora los trabajadores están laborando a todas horas, al principio de ambas obras llegaban a dejar el trabajo parado hasta por cuatro días argumentando problemas internos con la empresa constructora.

Norma Miranda es de las pocas propietarias de un negocio que abre durante el día en Xalapeños Ilustres pues la mayoría son negocios nocturnos. Sin embargo asegura que la venta ha mermado considerablemente porque los clientes ya no encuentran donde estacionarse o prefieren evitarse el problema de caminar entre calles en compostura.

«Ha bajado como un 30 por ciento, ya queremos que se abra para que normalice el trabajo porque se le hace difícil a la gente entrar, hay muchos obstáculos y no entran los carros».

Ademas, mientras ha durado la obra se han quedado sin agua continuamente, la peor ocasión fue cuando estuvieron cuatro días sin agua y sin avisarles con anticipación para tomar previsiones.

«Aquí sí han trabajado todos los días ahorita porque al principio no se veían trabajando pero del agua no nos avisaron».

Gabriela Narváez, comerciante de la calle Hidalgo declaró: «Fue terrible, esperamos que ahorita con las clases ya levante un poquito. Antes sí te digo que atendía más de 100, ahorita estoy atendiendo como 40 clientes por día».

La calle fue cerrada hace casi dos meses y sólo se ha anunciado que abrirán un carril para el día miércoles. La comerciante dijo que algunos trabajadores de la obra han comentado que muchas veces detuvieron la obra durante días porque la empresa no les pagaba su salario e incluso comenzaron a romper la calle sin presupuesto para trabajar.

«También ha mucha rotación de personal porque el encargado es una persona nefasta y no los baja de brutos, y eso atrasa la obra. También pides informes en el ayuntamiento y no te dan nada».

Finalmente la señora Guadalupe también se quejó de que la calle esté tardando mucho tiempo para ser arreglada, pues al principio les dijeron que la obra sólo tardaría un par de meses y apenas van a la mitad.

Y es que en su puesto de jugos llegaba a vender hasta mil pesos diarios porque mucha gente esperaba el camión en esa zona, pero desde que cerraron la calle se ha llevado a casa sólo 200 pesos.

«Nos afectó mucho con las vacaciones y esto porque todavía cuando hay vacaciones pasan algunos carros y compran pero así ni quien venga. Ni para la renta tenía yo».