*El Cuerpo Edilicio no manifiesta su dolor ni exige justicia ante el asesinato del ex Tesorero Municipal, Guillermo Pozos Rivera *Coatepec, considerado “foco rojo” en inseguridad pública
POR JOSÉ ANTONIO UTRERA
Representantes de distintos medios de información, tanto de la capital veracruzana como de la región de Coatepec, cuestionan el silencio que guarda la Comuna y no comprenden por qué sus integrantes no manifiestan su dolor ni exigen justicia abierta y públicamente ante el asesinato del ex Tesorero Municipal Guillermo Pozos Rivera.
Critican el “mutismo” por parte del Síndico Julio Hernández Ramírez así como de los ocho regidores Nora Angélica López Delgado, Marco Andrade Sánchez, Roberto Soto Hernández, Raúl Monge Villalobos, Jacqueline Bonilla Barradas, Martín López Mávil, José Jorge Salazar Carmona y Sharon Ale Benrey Oliva.
Al respecto, el alcalde Roberto Pérez Moreno declaró que “por bien de la investigación ninguna autoridad municipal debe hablar ante la prensa acerca del trágico suceso, sino que la Procuraduría General de Justicia del Estado es la única entidad responsable y con la facultad para conocer los avances de cualquier investigación”.
En su columna “Línea caliente”, bajo el título “Coatepec, corredor de la muerte”, Edgar Hernández expuso que en Coatepec algo ocurre pues su presidente municipal, Roberto Pérez Moreno, de plano prefirió no vivir en su demarcación ante la ola de inseguridad que se vive en el vecino municipio de Xalapa.
Asimismo, Edgar Hernández –quien obtuvo un Premio Nacional de Periodismo- afirmó que Coatepec y la región están considerados en estos momentos como un “foco rojo”. Las ejecuciones se están registrando de manera intermitente. Los habitantes reportan balaceras nocturnas, persecuciones y llegada de gente ajena al municipio.
En tanto, a habitantes del “Pueblo Mágico” les llamó la atención que el cuerpo del ex Tesorero Municipal de Coatepec, Guillermo Pozos Rivera, no fuera llevado el día de su sepelio (martes 26 de agosto de 2014) al Ayuntamiento para “despedirse” antes de ser inhumado en el Panteón Xalapeño.