•Igual que en el siglo pasado, en las regiones indígenas hay madres solteras jóvenes, madres abandonadas porque los esposos migraron a EU, desintegración familiar, sueldos miserables y venta indiscriminada de cervezas
•Lo peor: la indiferencia, el menosprecio y la indolencia oficial
De igual manera que hacia el año 1970, en el siglo anterior, Veracruz padeció horas sombrías en materia de seguridad social, también hoy.
Y lo peor: sin ningún indicio de que el destino de los 800 mil indígenas de las ocho regiones étnicas de la tierra jarocha pueda cambiar.
Por ejemplo.
Un reporte del Instituto para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas observa lo siguiente:
Uno. Seis de cada diez indígenas son madres solteras debido a que temprano se embarazaron, muchas ocasiones hasta en el sexto año de primaria, y que sus parejas emigraron a la frontera norte y Estados Unidos, y nunca regresaron.
Y, lo peor, que allá formaron un nuevo hogar y por tanto quedaron abandonadas.
Dos. Las mujeres indígenas de 15 a 40 años tienen entre dos y siete hijos y en tales circunstancias la vida es un infierno, una pesadilla.
Y más, porque de igual manera sus vidas se reproducen en sus hijas que a los doce, trece años de edad, también se embarazaron y son madres solteras.
Tres. En las regiones indígenas se ha formado un ejército de madres solteras que en todo caso, algunas tienen el apoyo del programa federal Prospera de 50 pesos diarios, lo que suman 1,500 al mes, y que sólo expresan la voluntad del gobierno para entregarles el dinero como una limosnita; pero en ningún significa enseñar a pescar a los miserables y a los pobres.
Así, la Secretaría de Desarrollo Social tanto federal como estatal creen, están seguros, ciertos de que cumplen.
Cuatro. Según el Instituto de Pueblos Indígenas trabajan con grupos líderes comunitarios en uno que otro pueblito (dos apenas en la sierra de Zongolica, Agua Escondida y Metlac, en el municipio de La Perla) para, oh sorpresa, prevenir los embarazos a temprana edad.
Y, bueno, ojalá y les vaya bien porque vamos en el segundo año de Peña Nieto y en el cuarto de Javier Duarte y el año entrante tales programas corren el riesgo de quedar disminuidos por las campañas electorales.
ANTES, IGUAL QUE HOY. PEOR PORQUE EL TIEMPO HA CAMINADO…
Hay en las zonas indígenas graves pendientes sociales:
Estudiantes del sexto curso de primaria y secundaria embarazadas, solteras, y abandonadas.
Desintegración familiar por la migración que, como en el caso de Mixtla de Altamirano, significa que seis de cada 10 jefes de familia y jóvenes parten de migrantes en búsqueda de un mejor destino y por allá se arraigan.
El miserable pago de 70 pesos la jornada en el campo que inicia antes de la aurora y termina después del cenit.
Un carro de carga repleto de cervezas que cada semana trepa a las regiones indígenas hasta el confín del mundo con un gran exitazo para las empresas; pero, al mismo tiempo, desvalijando a los indígenas.
Pero, además, un montón de trabajadoras sexuales que bajan a las cabeceras municipales cada fin de semana para subastar servicios y en donde los indígenas dejan otra parte de su jornal.
Profesores y médicos del gobierno que llegan a trabajar el martes y se retiran el jueves.
Y como en el caso de los maestros que sólo imparten clases de 9 a 12 horas durante cada uno de los tres días de la semana, incluido el recreo de media hora.
Y en el caso de los médicos operan sin medicinas.
Etecé.
Lo peor del asunto es que hacia el año 1970 el escenario era el mismo y todavía hoy.
ORGANIZADOS PARA HACER BULTO
Por eso necesita preguntarse sobre los resultados que las secretarías de Desarrollo Social (Jorge Carvallo), Educación (Adolfo Mota), Desarrollo Económico (Erick Porres), Salud (Fernando Benítez Obeso) y el DIF (Astrid Elías Mansur) han logrado en la materia, pues todo indica que el llamado progreso productivo solo figura en los boletines de prensa y en la declaración mediática.
Los indígenas de Veracruz sólo están organizados para votar, ser acarreados a eventos políticos y ser utilizados de carne de cañón por líderes mesiánicos y partiditos de izquierda.