Cientos de manifestantes, en su mayoría trabajadores del Poder Judicial, que se encontraban en plantón afuera del Senado de la República, dieron portazo e ingresaron al órgano legislativo. Se trata de casi el 30 por ciento de los que se mantenían en protesta sobre Paseo de la Reforma.
Al interior, algunos enardecidos, lanzaron consignas en contra de la reforma constitucional al Poder Judicial que se debatía en el Pleno.
Los manifestantes, que se encuentran desde la semana pasada afuera del Senado, habían anunciado de manera reiterada que permitirían el acceso de los legisladores y el desarrollo de las sesiones, en las que pedían que se votara en contra.
Aunque las protestas se habían desarrollado sin mayores incidentes, diez minutos antes de las 4 de la tarde de hoy, cuando ya había comenzado la sesión en la que está programada la votación, forzaron la puerta e ingresaron con matracas, banderas y cornetas.
Ahí, extendieron una gran bandera a todo lo largo del patio del federalismo y después entraron al salón del Pleno, instantes después de que se dio por suspendida la sesión ante su ingreso. Otros se dispusieron a ingresar a diversas partes del recinto legislativo.
Con la mayoría de los manifestantes aún afuera, elementos de seguridad se apresuraron a salvaguardar las entradas, para lo cual usaron agua con jabón y extintores.
Por la mañana, a través de una pantalla gigante dieron seguimiento a la primera sesión del día, en la que se le dio primera lectura al dictamen, mientras coreaban «la esperanza muere al último”.
Cada vez que un legislador de oposición subía a la tribuna respondían: “ese senador sí me representa”.
“En donde están, en dónde están, los senadores que nos iban a escuchar”, lanzaron mientras ingresaban al Senado.
Aproximadamente unos 45 minutos después del ingreso de los manifestantes, dentro de las instalaciones del Senado aún permanecían alrededor de unos 200. Decenas de los que entraron al patio, se unieron a quienes entraron a la parte alta del Salón del Pleno, desde donde mantenían las consignas. Una persona les gritó que los legisladores habían “huido”.
En la parte exterior del salón, se duplicó el número de elementos de seguridad para impedir el acceso de otras personas.
*LA JORNADA