Nómina secreta de una ex alcaldesa

0
477

POR IGNACIO CARVAJAL

 

Concluida ya su administración, el IVAI por fñin entrega la documentación relativa a la nómina de la ex Alcaldesa del puerto de Veracruz, Carolina Gudiño Corro. En dichos documentos aparece como “aviador” el hoy diputado local Antonino Baxzi Mata

 

 

«Los jodidos lo están por que quieren; yo no fui a la escuela y vivo bien», dice Antonino, Nino, Baxzi  cuando presume su prosperidad. Tan solo como líder del sindicato de Limpia Pública con la ex alcaldesa Carolina Gudiño Corro cobraba 66 mil pesos quincenales

Gozaba de prestaciones de lujo, vacaciones, remuneraciones y aguinaldo, y todo, claro, sin ensuciarse con la basura que sus agremiados deben recolectar.

Y es que durante su gobierno municipal, la ahora aspirante a la diputación federal por Veracruz -y suspirante a la gubernatura- Carolina Gudiño también se congració con el otro sindicato en palacio, el de empleados municipales, por medio de Estela Fentanes Jiménez, a quien además del súper sueldo de más de 60 mil pesos quincenales le permitió colocar en nómina a buen número de familiares.

Esta información fue dada a conocer después de que el gobierno de Ramón Poo cumplió el recurso de revisión IVAI-REV-11/2013/I, que había sido interpuesto por un particular ante la negativa de la administración de Carolina Gudiño para transparentar esa información en su periodo (2011-2013).

Al salir del poder, Jon Rementería Sempé, antecesor de Gudiño Corro, el palacio contaba con poco más de 2 mil 500 empleados entre sindicalizados y de confianza, pero la primer alcaldesa veracruzana dejó 3 mil 500, es decir, más de mil.  Fuentes laborales que no genera en ta corto tiempo una empresa como Tenaris-Tamsa, y  solo equiparable al proyecto Etileno XXI, el complejo petroquímico del siglo, y la inversión extranjera más importante del sexenio.

Por ese número de empleados, en gastos de sueldo únicamente se tenían que erogar 12 millones 968 mil pesos, aproximadamente; pero con todas las demás prestaciones y complementos inventados por los genios de las finanzas de Gudiño, la cifra ascendía a 18 millones 435 mil, 162 pesos.

Durante la administración de la alcaldesa, se recuerda, persistieron las quejas de parte de ediles de oposición sobre el dobleteo de funciones y el exceso de empleados, y este gasto en nómina explica por qué la carencia de obra pública durante el periodo de Gudiño, que se enfocó únicamente a la remodelación de la alameda Salvador Díaz Mirón.

Al comenzar su gobierno en 2013, Ramón Poo aplicó una «reingeniería administrativa», que no es otra cosa más que despedir a los que sobraban.

En ese documento, correspondiente a la última quincena de la época de Carolina Gudiño,  además de los jugosos aguinaldos, destaca la existencia de una corte de más de 50 asesores en esto, a quello y lo otro. Todos con sueldos superiores a los 10 mil pesos quincenales y con interesantes prestaciones.

 

SIN FORTUNA

El actual legislador Nino Baxzin aparece en la nómina municipal con un salario de 12 mil pesos a la quincena, pero a eso se le suman diversos beneficios, como 15 mil pesos por tiempo extra, compensación de 6 mil, una prima vacacional de 13 mil pesos, un quinquenio de 7 mil y estímulo de asistencia de 2 mil 500 pesos. Sumados todos sus ingresos percibe más de 60 mil pesos quincenales.

Para el mes en que se entregó el documento, se refleja un aguinaldo de 36 mil pesos. Actualmente, Nino además de su salario como diputado local, también goza las mismas prestaciones con Ramón Poo.

También es el presidente del Congreso del Trabajo en Veracruz, y uno de sus temas predilectos es la crítica al salario mínimo, su desprecio y su lucha por, según él, mejorar a la clase trabajadora; algo que no se mira, por ejemplo, ni si quiera entre sus agremiados, pues mientras la mayor parte de los de Limpia Pública, barrenderos, choferes, pepanadores y recolectores ganan menos de 2 mil pesos a la quincena, a la familia del diputado le va muy bien.

En nómina está, por ejemplo, su hermano Macario, quien se embolsaba con Carolina Gudiño  7 mil pesos al mes, le dan otros 7 mil pesos por tiempo extra, y 2 mil 100 pesos por quinqueno; el total de percepciones para esa quincena fue de 25 mil pesos.

También están sus dos hijos, Juan Luis y Luz del Carmen Baxzin García, el joven es técnico operativo A, y gana 7 mil pesos a la quincena, 7 mil de tiempo extra, 5 mil de prima vacacional; y la hija, que aparece como «asesor especializado», percibe 7 mil de sueldo, mil 200 de tiempo extra, y en todas sus prestaciones suma unos 16 mil pesos en percepciones.

También aparece otro hermano de Nino, de nombre Alejandrino, pero él ya está jubilado con 14 mil pesos de pensión al mes, para un maestro que se partió el lomo 30 años dando clases esa pensión es solo un sueño.

Sin embargo, cuando a Nino le preguntan si lo que gana como diputado y dirigente sindical corresponden a su preparación, no se molesta, se muestra orgulloso cita a Gerardo Reyes, autor de «Sin Fortuna»: «yo no fui a la escuela, aprendí de grande». Eso no explica por qué en la nómina del ayuntamiento aparece como «técnico especializado», de hecho, entre los cientos de empleados, es el único con esa denominación que lo hace «especial».

 

UNA ELBA ESTER JAROCHA

Doña Estelita Fentanes Jiménez lleva trepada en el cargo de dirigente de los empleados municipales más de 20 años. Se fueron los priístas, y ella ya estaba, llegaron los del PAN, y se la llevó bien con ellos, regresó el PRI con Jon Rementería, y Estelita, como el Dinosaurio de Monterroso,  «todavía estaba allí», pero con Carolina Gudiño  encontró una cómplice para dar rienda suelta a sus ambiciones.

A la fecha, son más de 10 los familiares cercanos, con su mismo apellido Fentanes, a quienes ha incrustado en la nómina municipal. En los corrillos del palacio municipal, se comenta que los alcaldes que han pasado por Veracruz si a algo le temen, es a quedar mal con doña Estelita, una suerte de Elba Esther Gordillo porteña.

La alcaldeza Carolina Gudiño Corro no se perdía ni un cumpleaños de Estelita, era, vaya, una de sus consentidas, y cuando menos en el salario, no lo disimulaba, pues a la quincena, la señora cobra 43 mil pesos de salario, 5 mil pesos de complementaria, 34 mil de prima vacacional que la llevan a tener un sueldo de 65 mil pesos, aproximadamente.

Tan solo en la nómina que está en poder de este reportero, la líder sindical gana más que la misma alcaldesa, cuyos percepciones no superan los 15 mil pesos quincenales, un dato que no encaja en la realidad.

 

UN ENTRAMADO ELECTORAL

«Por favor, vengan a ayudarnos, reporteros, me tienen atrapado en mi camioneta unos sujetos con chicotes y boinas verdes», decía al otro lado del celular el entonces diputado local  Marco Antonio Núñez.

Eran elecciones locales  de 2009 y «El Chori» andaba vigilando casillas en su distrito. Pero los que no lo dejaban salir era el famoso escuadrón de los boinas verdes, que fustigaron a los panistas en los tiempos de Fidel Herrera Beltrán como operador y cabecilla de los operativos electorales para lograr carros completos. Los boinas verdes eran miembros del sindicato de limpia pública y le obedecían a Antonino Baxzi Mata.

Fue una de las elecciones más sucias de las que se tenga registro en el puerto de Veracruz, y finalmente, el PRI acabó con el PAN, numerosos fueron los casos en donde los boinas verdes operaron de manera efectiva para «parar»  a los operadores panistas.

Se trató del primer carro completo logrado por Fidel Herrera, y sus soldados fueron los empleados de Limpia Pública, que defendieron para el PRI la elección a punta de chicotes.

Y no les importaba enfrentar mujeres, porque hasta la presidenta del PAN en ese entonces, Virginia Utrera resultó atacada por los «madreadores» en calles del infonavit Chivería.

Una de las beneficiadas en esa elección fue Carolina Gudiño Corro, quien por fin se coronó con la diputación local. Antes había intentado ser legisladora en dos ocasiones, pero perdió.

Y ahora, a unos meses de que arranque otra contienda electoral, todo apunta a que Gudiño Corro dejará la maternidad por un tiempo para luchar por la candidatura federal, la que ve como un peldaño para la candidatura al gobierno del estado.

Por lo menos, a como repartió la nómina, cuenta con aliados suficientes y una plataforma electoral -pagada con recursos públicos- para operar esa contienda al puro estilo de su mentor.