Se puede decir que una de las agrupaciones más enigmáticas de los últimos años es Muse, que desde sus inicios allá por 1994 revolucionó el rock británico para convertirse en la fusión entre los sonidos más tradicionales del género y la experimentación con elementos más electrónicos que trajo consigo la década de los 2000. Por ello, la agrupación conformada por Matt Bellamy, Chris Wolstenholme y Dom Howard parece estar en constante evolución, pero sin dejar de lado la esencia que los catapultó a la fama internacional.
Aunque Muse cuenta con un fandom enorme que se extiende en cada rincón del mundo, la banda ha sido duramente criticada debido a que algunas personas consideran que, en muchos aspectos, parecen una «copia moderna» de Radiohead. Esta crítica, en particular, se intensificó durante los primeros años de la carrera de Muse, cuando su estilo parecía seguir la estela de la banda de Oxford en su búsqueda por explorar sonidos más experimentales y electrónicos.Es cierto que los inicios de Muse fueron marcados por la comparación con Radiohead, particularmente durante sus primeros discos como «Showbiz» (1999) y «Origin of Symmetry» (2001), pues el uso de guitarras potentes, la complejidad en las composiciones y la voz de Matt Bellamy, que a menudo es comparada con la de Thom Yorke, fácilmente podrían haber causado esta asociación. Sin embargo, una comparación superficial no hace justicia al largo recorrido recorrido por Muse, ni al contexto en el que surgió su música.
*HERALDO