*Seguro del desempleo
*Peña Nieto los cocina
REVOLUCIÓN SOCIAL EN PUERTA
EMBARCADERO: De acuerdo con la versión oficial, la Secretaría de Desarrollo Social de José Antonio Meade y la dirección del Seguro Social de José Antonio González Fernández cocinan lo que sería el más alto logro del peñismo, como es la pensión universal y el seguro del desempleo para todos los adultos mayores de 65 años.
La iniciativa se está fraguando de cara a una realidad avasallante:
En 20, 25 años, el país será una nación de ancianos. Y al mismo tiempo, de niños, como puntos extremos.
Pero además, el descarrilamiento de la pensión en todos los países del mundo, entre ellos, México, a tal grado que algunas universidades públicas han tronado, como de igual manera los Institutos de Pensiones rebasados, entre otras cositas, porque de pronto el número de jubilados casi alcanzó el número de trabajadores en activos.
Se tratará, entonces, y de concretarse, de una gran política social, fuera de serie, más allá de las pasiones partidistas, donde la realidad solita se impondrá, de tal manera que en el Congreso de la Unión será aprobada fast track, al unísono, sin chistar, por todos los legisladores, sin excepción.
Cuestión de ajustes, claro, pero laudatoria por todos lados.
Y más, porque hasta donde se entiende, incluirán a los indígenas, campesinos y obreros que por ahora viven excluidos de la seguridad social.
Más todavía, en el caso de la población étnica del país, y que en Veracruz significan un millón de habitantes.
Bastaría referir que en la tierra jarocha hay 800 mil personas de más de 60 años, la mayoría sin Seguro Social ni el INFONAVIT, sin Instituto de Pensiones, ni cosas anexas, conexas y similares que se parezcan.
MÁS ALLÁ DEL PACTO MÉXICO
ROMPEOLAS: Hasta donde se sabe si se sabe bien, el financiamiento del proyecto será cargado al Fondo Nacional de la Vivienda, de tal forma que del 5 por ciento que ahora le corresponde el dos por ciento se derive para el seguro del desempleo y la pensión universal.
Quizá, pero al mismo tiempo, la posibilidad incluye estiras y ajustes que llegarán al Congreso federal.
Con todo, es ahí donde el cabildeo de la secretaría de Desarrollo Social y del IMSS, y ni se diga del gabinete social del peñismo habrá de operar para evitar, por ejemplo, que como sucediera con el Pacto México en una parte de su recorrido sea descarrilado.
Y, lo peor, que luego de tantas cacayacas, el Pacto México desaparecido, porque, ni hablar, tuvo vida efímera.
Por el contrario, el asunto aquí es diferente, y más si se considera que por lo regular, la senectud es una vida condenada a la soledad, no obstante que una parte significativa de gente de la tercera edad todavía está llena de lucidez y entusiasmo, con espíritu creador y emprendedor, aun cuando, oh paradoja lógica y normal, sin la suficiente energía física.
En Estados Unidos, por ejemplo, y solo como punto de referencia, los adultos mayores andan viajando por el mundo, en tantos otros aprenden nuevos oficios para reemplearse y reinventarse.
Con todos y sus bemoles, y más allá de “Los Chapos”, las Kate del Castillo y los Sean Penn, y de Ayotzinapa y Tlatlaya, y el dólar a punto de llegar a veinte pesos y la caída del precio internacional del petróleo, y la Casita Blanca, Peña Nieto levantaría en el liderazgo social y popular, porque entraría a las grandes ligas como estadista.
CONTRASTE DUARTISTA
ASTILLEROS: Tal política social contrasta con la política social del duartismo.
Uno. Pagar a los pensionados con cheques de hule.
Dos. Orillar a los pensionados al grito callejero para exigir el pago del pendiente mensual.
Tres. Exponer a los pensionados a una paliza policiaca que el secretario General de Gobierno llama “repliegue” con una sonrisa china, el chistocito.
Cuatro. El saqueo del Instituto de Pensiones, como en el caso del fidelato, cuando desviara el presupuesto a un aproximado de 4,500 millones de pesos y luego pagara con 700 lotes hasta en breña y en barrancas, sin que nunca haya sido enmendada la plana ni por el Órgano de Fiscalización Superior, ni por la Comisión de Vigilancia del Congreso y el Congreso en pleno que, cómplices, callaron.
Cinco. El regateo mensual de la secretaría de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, a los fondos bancarios en el IPE para el pago puntual de los pendientes.
Seis. La orden de la SEFIPLAN a los bancos donde pagan a los pensionados de que la cuenta está bloqueada y obligados, por tanto, a dar vueltas y vueltas para el cobro posterior.
Siete. El desorden administrativo de la SEFIPLAN en contra del IPE, exponiendo a la dirección general al escarnio, con rudeza innecesaria.
Ocho. El uso político sórdido y macabro del IPE para intimidar a las instituciones académicas, entre ellas, a la Universidad Veracruzana, con el caso de la deuda obrero patronal.
Entre otras cositas.
Pero en fin, en nombre de la autonomía de los Estados, el peñismo ha aplicado el principio francés de “dejar hacer y dejar pasar” en Veracruz, en tanto, en otros estados, como en Guerrero, y en el caso de la seguridad pública, el presidente de la república dijera que “requiere de seguridad en vez de retórica”, y por tanto, “la entidad no debe estar marcada por su condición de rezago”.
Veracruz, pues, que termine de hundirse en el desastre.