Por Héctor González
¿Cuáles son los secretos detrás de las cartas que recibe Lluvia? Cada mensaje supone una aventura o episodio mágico que involucra a su padre.
Alberto Chimal (Toluca, 1970) vuelve a la literatura infantil con Cartas para Lluvia (Akal), una novela ilustrada por Isidro R. Esquivel, a través de la cual nos invita a pensar en la importancia de la imaginación y el lenguaje, a través de una historia que involucra a la figura del padre y la familia.
¿Cómo surgió el libro?
Este libro en particular empieza de un modo muy raro porque la protagonista me vino en un sueño. Hace muchos años soñé con una niña que se llamaba Lluvia. En principio no hice nada con esa imagen, pero por alguna razón se me quedó. A mí me sucede que cuando escribo cuentos, sobre todo, tiendo a meter referencias de unos en otros, no como para hacer una historia continua, sino como para sugerir que están en el mismo mundo narrativo, de modo que después Lluvia apareció como un personaje secundario en otro cuento. Más adelante pensé que debería escribirle una historia directamente a la niña llamada Lluvia.
¿Uno escribe siempre el mismo libro?
Toda persona que escribe tiene sus obsesiones o intereses que le llaman y estimulan. En mi caso uno de esos intereses es la imaginación, la actualidad. Muchos de mis personajes son narradores, cuentacuentos, relatores de un tipo u otro, y tienden a hacer este entrelazamiento de sus mundos y de sus historias con otras. Creo que todo eso aparece en Cartas para Lluvia a través del filtro de una historia para la infancia, de un personaje que es una niña y que vive en unas circunstancias particulares.