Este lunes se registró una enorme fila de personas y litigantes afuera de las oficinas del Poder Judicial de la Federación (PJF) en San Lázaro, quienes tardaron varias horas en tramitar o ingresar amparos, ya que luego de 85 días de suspensión de actividades, el último bastión de la protesta contra la reforma judicial regresó a laborar con miles de expedientes acumulados.
Este edificio, que fue el primero en iniciar el paro, el pasado 19 de agosto, es de los más emblemáticos; ahí trabajan alrededor de 4 mil personas y operan 63 tribunales y juzgados en materia civil, de extinción de dominio, mercantil y auxiliares.
El abogado Édgar Daniel llegó con 100 expedientes de amparos directos e indirectos en materia laboral. Arribó acompañado de un colega para movilizar con diablitos los enormes paquetes pesados debido al volumen de fojas.
Es bastante trabajo. Aquí son 70 expedientes, aunque nos faltan otros 30. Voy a tardar como unas tres horas para ingresarlos. Durante el paro en el Poder Judicial la carga de trabajo se acumuló, ya que seguíamos trabajando. Veo muy bien que reinicien actividades, pues el país no se puede quedar sin leyes y justicia. Los clientes estaban con la zozobra de cuándo iban a ingresar sus amparos, pues su seguridad integral seguía en la incertidumbre.
Mientras trabajadores festejaban con mariachi a jueces y magistrados que declinaron al proceso de elección en 2025, afuera de esta sede permanecían formadas decenas de personas bajo los fuertes rayos del sol. Algunos, desesperados, recibían indicaciones para ingresar a este órgano jurisdiccional.
En el patio principal se homenajeó a los juzgadores en forma de pasarela. En la orilla se colocaron dos guías de bandas de tela con colores y el símbolo de la bandera de México en el suelo para que los festejados caminaran en medio del pavimento, sin embargo, terminaron pisoteadas debido al tumulto de los trabajadores. En tanto, los mariachis tocaban El son de la Negra, El rey y A mi manera.
A un costado de la celebración, en las ventanillas de recepción de documentos también había una enorme hilera de abogados, algunos acomodando los documentos con los recursos o cargando los expedientes judiciales en cajas de plástico, ya que debido a la suspensión de actividades de trabajadores del PJF, se han retrasado miles de casos no urgentes de ciudadanos que resultaron perjudicados.
Vengo a dejar amparos en materia civil de los tribunales de Niños Héroes. Hay mucho rezago de trabajo; varios compañeros vienen a dejar también muchos expedientes. Yo tengo pocos, pero hay quienes traen paquetes grandes. La carga de trabajo se duplicará más de 100 por ciento; va a ser la locura para todas las dependencias que venimos a dejar amparos. Yo creo que se estabilizará en unas tres semanas si bien nos va, afirmó Francisco Rodríguez Valdivia, del juzgado 57 civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
Al respecto, la magistrada Rebeca Patricia Ortiz, del octavo tribunal colegiado en materia del trabajo, apuntó que quienes impartimos justicia somos los que sufrimos la mayor de las injusticias; seguimos las reglas de vida y nos fue mal, se acabó con la independencia judicial y la división de poderes. Seguiremos trabajando igual, como los japoneses, el doble de trabajo cuando uno está en huelga. Se siente impotencia, pero seguimos trabajando. Nos vamos con la frente en alto.
Por su parte, Patricia Aguayo Bernal, secretaria del décimo tribunal colegiado en materia del trabajo, quien se denominó representante de los empleados del PJF, aseguró que no regresan derrotados y que seguirán protestando contra la reforma judicial, ya que aún quedan varios amparos activos que pueden impugnar dicha enmienda. Debemos guardar la esperanza de que esta reforma todavía puede caer. Esperemos a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y los jueces de distrito que los tienen en su poder actúen conforme a derecho, como lo ha sido.
Recordó que la mayoría de jueces y magistrados renunció a participar en la elección del próximo año. En un acto de valentía, congruencia y honor, han renunciado a prestarse a ese ejercicio de votación popular, que no es otra cosa que un engaño al pueblo de México. Esa es la farsa a la que ellos no se van a prestar.
*LA JORNADA