Decenas de millones de hindúes se reúnen esta semana en lo que se espera que sea la mayor concentración humana del mundo, en la que un asombroso número de devotos, turistas, políticos y famosos se dan baños sagrados en la confluencia de dos ríos sagrados de India.
El acontecimiento, una gran muestra de hinduismo, se ha convertido recientemente en un importante acontecimiento político con el auge del nacionalismo hindú, respaldado por el partido político de derecha del primer ministro Narendra Modi. También es una enorme empresa logística para los funcionarios del gobierno que trabajan para evitar incidentes como estampidas y la propagación de enfermedades.
El Maha Kumbh Mela, o “gran festival del cántaro sagrado”, es la mayor ceremonia religiosa del mundo. Basada en una leyenda hindú en la que demonios y dioses luchan por un cántaro que contiene el néctar de la inmortalidad, la centenaria ceremonia se centra en una serie de baños sagrados que, según los hindúes, purifican sus pecados.

Los baños sagrados van precedidos de procesiones en las que la gente canta y baila con atuendos llamativos, en carros ornamentados y blandiendo lanzas, tridentes y espadas ceremoniales. Para participar, la gente viaja desde toda India y el mundo hasta la confluencia de los ríos Ganges y Yamuna, un lugar sagrado que también se dice que es el punto final de un tercer río mítico, el Saraswati.
El calendario del festival, que este año termina el 26 de febrero, se basa en la alineación astrológica del sol, la luna y el planeta Júpiter, que tarda unos 12 años en orbitar alrededor del sol. Versiones más pequeñas del festival se celebran en otras tres ciudades indias —Haridwar, Nashik y Ujjain— aproximadamente cada tres años.
¿Qué dimensiones tiene el festival?
La magnitud del Maha Kumbh Mela es asombrosa. El último, en 2013, reunió a 120 millones de personas en Prayagraj, según un cálculo del gobierno. Un festival intermedio en 2019, aunque menos significativo religiosamente, atrajo a 240 millones de personas.

Muchos de estos preparativos —que probablemente harán que este sea el Maha Kumbh Mela más caro hasta la fecha, con unos 800 millones de dólares estadounidenses— tienen por objeto evitar estampidas mortales y brotes de enfermedades, como ha ocurrido en festivales anteriores. También se espera que el acontecimiento genere miles de millones de dólares en ingresos para el gobierno del estado, dijeron las autoridades.
Para acomodar a los bañistas, el gobierno también ha instalado una plataforma hecha de sacos de arena a lo largo de un tramo de 11,2 kilómetros de la ribera del Ganges. El lunes y el martes, millones de peregrinos se lanzaron al río por esos escalones en medio de la fría niebla matinal, rezando por la felicidad, la salud y la prosperidad.
¿Qué significado tiene hoy el festival?
El Maha Kumbh Mela siempre ha sido un símbolo importante del hinduismo, aunque no solía politizarse hasta el reciente auge de la idea de India como nación hindú. El festival de este año es el primero desde que el partido político nacionalista hindú de Modi, el BJP, se convirtió en el partido gobernante del país hace 11 años.
Yogi Adityanath, ministro principal de Uttar Pradesh, quien también es un sacerdote hindú de línea dura, cambió el nombre de la ciudad anfitriona del festival en 2018, de Allahabad a Prayagraj. La medida, que forma parte de una oleada de cambios impulsados por el BJP, sustituyó el nombre musulmán dado por el emperador mogol Akbar en el siglo XVI por otro que hace referencia al lugar de peregrinación hindú.

En 2019, cuando India celebró elecciones generales, el Kumbh Mela supuso una gran oportunidad política para que Modi y su partido se dirigieran a un público receptivo de millones de personas. Modi ganó aquellas elecciones.
Las próximas elecciones generales están más lejos esta vez, previstas para 2029. Pero Modi, que ganó por un margen menor mientras su partido sufría pérdidas en la votación del año pasado, se ha puesto a sí mismo en carteles promocionales del festival en todo el país y lo ha calificado de encarnación del “patrimonio espiritual intemporal de India” en las redes sociales, vinculando el acontecimiento espiritual a la identidad nacional del país.