Karime, violencia que estremece a México

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POR GABRIELA RASGADO

Van 55 días sin información oficial sobre la desaparición de la niña de cinco años y su tía Mónica Reyes, pesar de los rumores de que sus cuerpos ya fueron encontrados; el encubrimiento habría sido para evitar escándalos durante la visita de funcionarios federales a Coatzacoalcos. La omisión y negligencia de las autoridades ha quedado expuesta a los ojos del  país 

 

 

SUR DE VERACRUZ, LA CAPITAL DEL SECUESTRO
 El sur de Veracruz se ha convertido en los últimos meses en la capital del secuestro. En Minatitlán, Coatzacoalcos, Agua Dulce, Acayucan, Cosoleacaque. Es la realidad con la que viven más de medio millón de personas de esta región.La lista de desaparecidos asciende a decenas en toda la entidad. Así como la familia de Karime, cientos más viven con la zozobra de no saber si el hijo, la hija, el sobrino, el padre, el hermano, la madre, se encuentra con vida.

Basta con recordar que Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización civil “Alto Al Secuestro”, desmintió al procurador de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras en torno a las cifras reales del secuestro en la entidad. Afirmó que en los primeros siete meses de este 2014 en Veracruz se cometieron 113 secuestros y no 93 como lo informó el fiscal estatal.

Refirió que el estado de Veracruz es la sexta entidad a nivel nacional con mayor incidencia del delito de secuestro, de diciembre del 2012 a julio del 2014 se han perpetrado 277; 113 de estos secuestros durante los primeros siete meses de 2014.

Karime Alejandra Cruz Reyes de 5 años de edad secuestrada el pasado 7 de julio no es el único caso de injusticia en Coatzacoalcos. Tampoco el único de omisión de las autoridades judiciales. Menos es el único que toma auge después de la presión mediática y social, sin embargo la imagen de su sonrisa replicada en medallones de carros, autobuses, bardas, periódicos, redes sociales, medios locales y nacionales, ha estremecido al país entero.

En solidaridad con la familia, cientos de personas han salido a las calles para sumarse al reclamo por la aparición de la menor y de la tía Mónica Reyes; muchos de ellos también han experimentado los horrores del secuestro en carne propia, otros más simplemente están hartos de la escalada de violencia, de la incapacidad de las autoridades y en el peor de los casos, su complicidad.

Pasó mucho tiempo antes de que la autoridad pusiera atención a otro caso más de desaparición, apenas el pasado domingo, -48 días después-, se activó la Alerta Ámber para extender la búsqueda en todo el estado. Nuevamente por presión mediática, dos días después se activó la alerta a nivel nacional.

Hoy son 55 días sin noticias oficiales de Karime, la última y la más trágica que escuchó su madre Nora Reyes fue sobre el hallazgo del cuerpo de su hija y hermana en una casa de seguridad, información que se filtró en un  noticiero. Como pudo buscó confirmar esta noticia con las autoridades, el procurador, el gobernador. Nadie le contestó el teléfono.

«Por favor, quiero saber la verdad, ayúdeme a investigar. Investigue algo…el gobernador ya sabe de esa casa de seguridad, ya sabe que están muertas pero no quiere escándalos”.

«Amo a mi hija, y espero con toda el alma que no sea cierto y menos que me estén engañando», le dijo desesperada ante los rumores al periodista Ignacio Carvajal del periódico El Liberal del Sur que daba seguimiento al caso.

 

LA LLAMADA

Como cada mediodía, Mónica Reyes fue a buscar a su sobrina a un colegio particular ubicado sobre la avenida Juan Escutia. Al pasar de la 1: 00 pm, hora a la que normalmente volvía a dejar a la niña a la casa, Nora, la madre de Karime, comenzó a sospechar que algo andaba mal.

Horas más tarde los secuestradores se comunicaron con la familia para pedir rescate. Un millón es el precio que le pusieron a las vidas de Karime y Mónica.

“Nos dijeron que esperáramos instrucciones. El martes se volvieron a comunicar diciéndonos que querían 200 mil pesos inicialmente y que iban a querer en total un millón; el día miércoles 9 nos dijeron que querían el dinero antes de las 12 del día y después no se volvieron a comunicar”, narró su madre Nora Reyes Baruch, el 21 de agosto, un día antes de la marcha por la paz, que en esa ocasión fue convocada por su familia.

La madre de la niña declaró que en un principio la Marina fue la que tomó el caso, sin embargo días después fue enviada por parte de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) la Unidad Especializada Contra el Secuestro de la capital del estado, que abandonó el caso 35 días después de la desaparición.

Argumentaron que había pasado ya mucho tiempo y los indicios, si es que en realidad investigaron, no los estaban llevando a ningún lado.

“Como no nos volvieron a llamar, ellos nos dijeron que era el periodo del castigo; que no nos iban a hablar hasta que juntáramos el dinero”, señala el padre y agrega que “levantamos la denuncia en el Ministerio Público; la semana pasada fuimos al MP a ver cómo iba el caso. Sólo había un solo agente para todos los casos”.

Mónica suplica que las autoridades hagan su trabajo.  Con la voz entrecortada y en medio de un llanto que no cesa señala que “entre más pasa el tiempo menos caso nos hacen; no dicen que es el del Ministerio Público, el de la Policía, el de la UECS. Mi hija tiene nada más cinco años, por favor que alguien nos ayude”.

Aunque desde el principio se solicitó a las autoridades la activación de la Alerta Ámber, ante el temor de que la menor fuera sacada del estado, ésta no fue concedida sino más de un mes y medio después.

“Nos dijeron que no aplica porque nos pidieron rescate; además que porque la solicitamos 48 horas después”.

El mismo procurador de justicia de Veracruz,  Luis Ángel Bravo admitió a la familia que “no sabía que era tanto protocolo y se comprometió a hablar directamente con el de México para la alerta ámber”.

SECUESTRO DE KARIME SACUDE A LA SOCIEDAD

Para esa fecha, el problema ya había cobrado fuerzas en las redes sociales. Más tarde, la solicitud de participar en la marcha se convirtió en una constante en el internet y se replicó en algunos medios informativos.

La población se volcó en una movilización sin precedentes, cientos de personas caminaron vestidos de blanco por la avenida principal de Coatzacoalcos, portando los retratos donde Karime sonríe. Suplicando y exigiendo ayuda.

Ese mismo día, el alcalde de Coatzacoalcos, Joaquín Caballero Rosiñol le dijo a la familia que desconocía por completo el caso de Karime.

INCOMPETENCIA DE UNIDAD CONTRA EL SECUESTRO

En Coatzacoalcos, la cifra negra,  de delitos no denunciados pasó del 89% en el 2010, al 93% en 2013 según datos proporcionados por el Observatorio Ciudadano a través de la Segunda Encuesta de Victimización Urbana dada a conocer el pasado 20 de agosto.

Según el mismo estudio, solamente el 8.5% del total de delitos fue denunciado y de estos solo se inició una averiguación previa. Este dato en el 2010 representaba el 11.6%.

La desconfianza en la autoridad de impartición de justicia pasó del 18.9% en 2010 al 31.2% en 2013. La ciudadanía considera el denunciar una pérdida de tiempo, al tener que destinar al menos cuatro horas para poner una querella.

La Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz (SSP) admitió en Coatzacoalcos que no cuentan con unidad antisecuestros, que apenas se estudia poner estas unidades en los mismos puntos donde opera el blindaje. Capacitados sólo existen 46 elementos que laboran en Xalapa.

La familia y sus allegados han criticado los métodos de investigación con los que cuenta la PGJ: “son métodos de hace 30 años; buscando los números de la caseta para ver cuál suena; la cuenta de banco que me dieron, es la hora que no sabemos de quién es”, detalló Alejandro Cruz, padre de Karime.

 

PROCURADOR OMISO

El pasado 23 de agosto, 47 días después del secuestro, el procurador arribó a Coatzacoalcos bajo un hermetismo impresionante.

Se reunió con los padres de la pequeña Karime. dialogaron por más de una hora. Ahí se acordó que la Alerta Ámber se activaría. Sin embargo Bravo Contreras no explicó que sería sólo en Veracruz y en ocho estados más la búsqueda, no en todo el país.

“Él mismo nos dijo que no sabía que debía hacerse un procedimiento tan pesado; nos engañó”, dijo la madre un día después.

Luego de ese episodio la presión mediática y social lograría que la alerta se extendiera a nivel nacional.

LA HISTORIA DE TERROR “EXTRAOFICIAL”

Usuarios de Facebook y Twitter condenan los hechos, por otra, algunos perfiles de reciente creación como el de “José García”, dan impulso a versiones extraoficiales acerca de la muerte de la pequeña y su tía.

La cuenta creada la semana pasada asegura que la tía y menor están muertas, hace alusión a las condiciones en las que se dio el secuestro, presuntamente planeado por la misma tía de la pequeña y su pareja, a quién identifica como Miguel Alberto Lemarroy Gutiérrez alias “El Charro”, ejecutado el pasado 7 de julio.

Para estas acciones habrían contado con el apoyo de un sujeto de nombre Jorge Salinas, alias “El panadero”. Aparentemente “El Charro”, capturado por policías ministeriales fue muerto a manos de éstos luego de haberlo sometido a diversas torturas y su cuerpo sería el que apareció encostalado en el municipio de Minatitlán.

Esa misma noche los padres de la menor habrían estado llamando en numerosas ocasiones al procurador de justicia y al mismo gobernador Javier Duarte de Ochoa de manera infructuosa.

Un día después, se llevó a cabo en Veracruz un encuentro con el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, presuntamente el principal motivo por el que el gobierno veracruzano guardo hermetismo en torno a las versiones del fallecimiento de ambas víctimas.

Con la partida de los funcionarios federales de Veracruz, se espera que el gobierno de Veracruz dé avances del caso, para  desmentir o confirmar la muerte de Karime y Mónica, mientras se esparce el temor en las familias de la zona sur.