En el municipio de Barking y Dagenham, ubicado al este de Londres, se han implementado nuevas restricciones para mejorar la seguridad y el respeto en el uso de espacios públicos, especialmente en áreas frecuentadas por mujeres y niñas. A partir del 1 de noviembre, esta normativa sanciona el acoso callejero, como comentarios indeseados, silbidos, gestos ofensivos o cualquier acción que invada la esfera personal de las personas.
La medida también prohíbe el uso de música amplificada sin permiso y el consumo de alcohol en la vía pública, así como la micción y el escupir en espacios abiertos. Las infracciones se penalizan con multas de £100, que pueden ascender a £1.000 en casos más graves o reincidentes, mediante procedimientos judiciales. Esta Orden de Protección de Espacios Públicos (PSPO) abarca zonas de gran concurrencia de la capital de Inglaterra.
La creación de esta PSPO surgió tras una consulta realizada por el equipo de Seguridad Comunitaria de Barking y Dagenham, en la que participaron mujeres de la zona, quienes relataron sus experiencias de acoso en la vía pública. Los datos mostraron un panorama alarmante sobre la incidencia de comportamientos perturbadores en las calles del municipio.
Syed Ghani, concejal encargado de Seguridad y Cumplimiento Comunitario, señaló a Standard, que la participación activa de los ciudadanos fue determinante para dar forma a la PSPO. La incorporación del acoso callejero dentro de esta normativa es un avance esencial en la protección de mujeres y niñas, porque responde a una de las principales preocupaciones expresadas por las residentes de la zona.
Según Ghani, se espera que la PSPO marque una diferencia en la percepción de seguridad y contribuya a reducir los comportamientos indeseados en las áreas protegidas por la normativa.
La normativa también cuenta con el apoyo de la Policía Metropolitana de Barking y Dagenham, que jugará un papel fundamental en su implementación. El superintendente David Rhodes detalló a Standard que la PSPO facilita a los agentes una intervención rápida y adecuada frente a conductas que, aunque no constituyan delitos graves, afectan el bienestar de la comunidad.
Rhodes destacó también que esta colaboración entre el municipio y la policía refleja un compromiso compartido con la mejora de la calidad de vida en Barking y Dagenham, así como una herramienta para fortalecer la confianza de los ciudadanos en las autoridades encargadas de velar por su seguridad.
Más allá del acoso, la PSPO enfrenta otros problemas persistentes que afectan el ambiente urbano en espacios concurridos. La prohibición del uso de música amplificada sin autorización responde a quejas de residentes y comerciantes que ven afectado el entorno en zonas comerciales y de tránsito elevado, donde el ruido interfiere con la tranquilidad de quienes circulan por estas áreas. La normativa también restringe el consumo de alcohol en la vía pública, una práctica que suele estar asociada a situaciones de desorden, especialmente en horarios nocturnos.
Asimismo, también regula la mendicidad persistente, considerada por muchos residentes como un problema que contribuye a una percepción de inseguridad en los espacios públicos. Esta restricción busca equilibrar la convivencia en el municipio, que respeta tanto el bienestar de quienes residen como el de quienes visitan el área.
*INFOBAE