Halcones Xalapa sumó a su escore su sexta derrota consecutiva en el Día de la Independencia y en lo que va de la temporada. La “quinteta emplumada” actuó una película que había hecho 24 horas antes: Voluntad, pundonor y puntos y batalla en los dos primeros dos periodos, “doblar las manitas” en el tercer y cuarto cuarto.
Ayer el marcado fue decoroso: 91-80, cinco canastas de diferencia y un poquito más, pero Halcones Xalapa volvió a adolecer de banca, de aleros efectivos, de oxígeno para aguantar el vendaval de Fuerza Regía y de tener los arrestos suficientes para soportar una ofensiva que cuando se lo propone retaca de canastas por todos lados.
Lester Prosper ayer no se le puede reprochar nada: Asistió, rescató balones del pozo, anotó varias, falló pocas -al menos no tantas como los días anteriores-, fue lento sí, pero creemos que esa virtud-defecto está en su ADN.
Con los puntos y los gritos del “capitán” Rafael Delgado no basta.
La quinteta emplumada necesita, apremia, urge una banca sino más solvente, al menos más competente. Hoy no la hay. El deporte ráfaga apremia refrescos más de contención que de nombres.
Halcones cerró su serie ante Fuerza Regía en blanco, se irá de gira al norte del país, arrastrando el prestigio, medianamente satisfecho porque empiezan a engranar y a mostrar más decoros al momento de atacar. Su defensa sigue siendo el talón de Aquiles.
Día festivo, quincena, pero con rumba por todos lados, la fanaticada le respondió con creces al equipo emplumado, un sesenta por ciento del gimnasio universitario se llenó para ver al nuevo equipo emplumado.
Foster y Nix siguen siendo productivos para el equipo, pero necesitan “vejigas” en la defensa de donde colgarse, cuando suben a ofender con todo al enemigo.
Cerrada la gira en Xalapa, el coahc halcón habrá de encerrarse varias horas con sus pupilos para levantar un nido que hoy se cae a pedazos.