Corte de caja
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El Comité para la Protección de los Periodistas, CPJ, con sede en Washington, el homólogo de la Comisión de Protección a Periodistas de Veracruz de una tal Benita González, informa de las muertes de reporteros en el mundo que más impactaron.
Una. La fotógrafa alemana, Anja Niedringhaus, asesinada a balazos por un policía en Afganistán.
Dos. El camarógrafo Zubair Hatami asesinado en un ataque suicida talibán en Kabul.
Y tres. El secuestro, desaparición, mutilación, asesinato y enterrado en una fosa clandestina del reportero Gregorio Jiménez, dice el CPJ, “que cubría incidentes del crimen organizado y había informado sobre la violencia contra inmigrantes en el sur del estado de Veracruz”.
Una vez más, el nombre de Veracruz en el concierto mundial para honra y gloria de los cinco continentes.
También para gloria de la dirección de Comunicación Social del duartismo.
Además, los diez crímenes de reporteros y fotógrafos ejecutados en los últimos cuatro años en la tierra jarocha, en la impunidad.
Y, bueno, si el CPJ efectúa un balance sobre el periodismo en el mundo, aquí se impone un corte de caja con la renuncia de Alberto Silva Ramos a la dirección de Comunicación Social del gobierno duartista para buscar el siguiente cargo público, trapecista al fin, como es la candidatura a diputado federal, que ya tiene amarrada.
Signos vitales en el tiempo de María Georgina Domínguez: el asesinato de 10 trabajadores de la información, más 4 desaparecidos, más los otros exiliados, más los otros despedidos de sus medios porque habían lastimado al duartismo y les condicionaban el pago de la iguala mensual.
Además, la desaparición del Colegio de Periodistas para crear la misma gata; pero revolcada con la Comisión de Atención a Periodistas, cuyo único trabajo es cubrir la irresponsabilidad laboral de los magnates de la información de capacitar al personal como lo establece la Ley Federal del Trabajo.
Además, un periodo burocrático donde la fama pública registró que la vocera próspera aumentó su número de restaurantes, fundó su periódico, se hizo de un par de estaciones de radio, más sus tres residencias en el poblado La pitaya, de Coatepec, gracias, claro, a que es una Juana de Arco del siglo XXI ahorrativa y, por tanto, multiplicó sus recursos como los peces y los panes.
EL TIEMPO DEL “CISNE”
Signos vitales en el tiempo de Alberto Silva:
El ejercicio absoluto de la frivolidad desde su paso en la presidencia municipal de Tuxpan y en la Secretaría de Desarrollo Social, tiempo aquel cuando proclamó que sacaría de la pobreza a 2 millones de habitantes de Veracruz.
Igual que su antecesora, el uso de las redes sociales y correos electrónicos para denostar a los reporteros incómodos ante la manifiesta incapacidad para disentir en base a los poderosos argumentos de la razón como son los hechos y los resultados.
El manipuleo de los columnistas y reporteros para sus fines aviesos, por ejemplo, filtrando datos contra los políticos del duartismo como si fueran órdenes superiores de su jefe.
El más alto gasto de publicidad para lanzarse incienso a sí mismo.
La tomadura de pelo a los magnates y trabajadoras de la información para cumplir con los pendientes, sobre todo, la relación comercial con los dueños de los medios.
Por fortuna, y según parece, ningún reportero fue secuestrado y asesinado en su tiempo, aun cuando él mismo envió al penal de Pacho Viejo a un cuarteto de colegas, uno de ellos, simple invitado en el lugar y en la hora equivocada, a quienes acusó de mercenarios del periodismo.
Se ignora si habría caído en las tentaciones materiales del poder y/o, en todo caso, a que sea un político discreto que en tales menesteres navega con bajo perfil.
Ahora, en su periodo, la doctora Rocío Ojeda Callado terminó su periodo como presidenta de la Comisión Estatal de Protección a Periodistas y “El cisne” impuso a la lectora de noticias radiofónicas, Benita González, como traje a la medida.
FALLARON BERMÚDEZ Y BRAVO
Sin embargo, lo que más duro pega es que el Comité de Protección a Periodistas con sede en Washington incluya a Veracruz en la lista negra del Medio Oriente, Siria, Afganistán, Irak, Guinea y Paraguay.
Y más porque la mala vibra sobre la tierra jarocha se debe al principio de Peter del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, y del procurador de Justicia, Luis Ángel Bravo Contreras, quienes hasta anoche han sido incapaces de capturar a los asesinos y de sentenciarlos.