-
Un “Indio caradura” en el PRI
-
Ni defiende a Javier Duarte…
-
Pero tampoco madrea a Yunes
1
“Indio cara dura” como le llaman, político pragmático, pasiflorine, mejor dicho, reposado y mesurado, paciente que suele tejer por “debajo de la mesa”, Felipe Amadeo Flores Espinoza fue ratificado como presidente del CDE del PRI con la molestia de una parte de la elite tricolor por lo que llama una imposición.
Pero, dice uno de sus fans, olvidan la cultura tricolor, donde con todo y asamblea y Consejo Político previo, el dedazo sigue dominando con la misma intensidad que cuando en 1929 Plutarco Elías Calles fundara el partido abuelito del PRI, el PNR, Partido Nacional Revolucionario.
Por ejemplo:
Cierto que en el chirinismo, Amadeo perdió 50 presidencias municipales y este 5 de junio del año que corre perdió la gubernatura y la mayoría en el Congreso.
Pero, oh paradoja, es amigo de Enrique Peña Nieto y amigo de Carlos Marín, el ex secretario de Desarrollo Urbano, SEDATU, y vicecoordinador de la bancada priista en el Congreso federal, y amigo de Emilio Chuayffet y amigo del salinista Paco Rojas.
Así, el dedazo para ser ratificado habría provenido desde el altiplano.
Y más, porque por aquí pasó la derrota del tricolor ante la alianza PAN y PRD, los grupos y las hordas se fueron atrás de la presidencia y empezaron el rafagueo en contra para su destitución.
Entre ellos, los diputados federales, Érick Lagos Hernández y Jorge Carvallo Delfín. Y el fidelista Ranulfo Márquez, intentando resucitar. Y el senador Héctor Yunes Landa.
Y ante la codicia sin límites, el CEN del PRI y líder de taxistas de la Ciudad de México, Enrique Ochoa Reza, lo ratificó.
Claro, con el dedazo de Los Pinos.
2
Pian pianito, con bajo perfil, Amadeo está caminando Veracruz renovando los comités municipales y seccionales de cara a la elección de candidatos a presidentes municipales, síndicos y regidores en el mes de junio del año entrante.
Y al mismo tiempo, cabildea la unidad de las hordas y tribus.
Por ejemplo:
En el CDE ha incorporado al hijo de Jorge Uscanga Escobar, ex líder priista, exalcalde, ex diputado local y federal, ex subsecretario de Gobierno, ex procurador de Justicia y ex alcalde de Xalapa.
Su hijo sustituyó en la secretaría del Consejo Técnico al ex diputado Raúl Zarrabal Ferat.
Pero además, del lado del senador Héctor Yunes empujan la carreta a su lado Hugo Meraz como secretario de Finanzas, además de otros operadores políticos y electorales.
Y del lado del senador Pepe Yunes Zorrilla, Armando Reyes Moctezuma y Ernesto Alarcón Trujillo.
Y del lado de la ex presidenta del CDE y exalcaldesa y ex diputada federal, Elizabeth Morales, Elmo, Jaime Cisneros, quien, con todo, es un político híbrido, pues también laboró con el ex alcalde y ex diputado y ex secretario General de Gobierno y ex procurador, Reynaldo Escobar Pérez.
Es decir, que Amadeo está sumando, lejos, muy lejos, dice su fans, de que el PRI se haya vuelto un rehén de Héctor Yunes en su desenfrenada obsesión de la candidatura a gobernador en el año 2018.
3
Los genes, las vísceras y el temperamento del senador Héctor Yunes chocan con “El indio cara dura”.
Amadeo, por ejemplo, es un político serio que siempre privilegia el quehacer político.
Nunca ha sido su estilo la confrontación. Pero al mismo tiempo, marca su raya.
Nadie concebiría que en su momento ni tampoco ahora defendiera a Javier Duarte.
Digamos, en el trato con el prófugo de la justicia desde hace 55 días fue institucional.
Cerca, pero lejos.
Y en contraparte, tampoco madrearía al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, porque con todo hay una relación amical fuera de serie iniciada, mínimo, desde Rafael Hernández Ochoa, 1974/1980.
Incluso, sus hijos son amigos y se tratan, digamos, como hermanos putativos.
Su fans dice que “tiene un pinche ranchito de 200 hectáreas con unas 200 cabezas de ganado”, pero que, en primera instancia, se trata de una herencia familiar, y en segunda, comparte con sus hermanos.
Y desde hace varios sexenios vive en la misma casa que adquirió en su momento en el fraccionamiento “Las ánimas”, de Xalapa.
De origen campesino, político rural, es un hombre seco en su trato que, en rara y extraña circunstancia, lógica digamos, vive a plenitud con sus cuatro nietos, dos que viven en Xalapa, y otros dos en la Ciudad de México.
Y luego de su biografía política que lo llevara a la dirección de la Policía Judicial, la dirección de Seguridad Pública, la secretaría General de Gobierno, la curul local y federal y la presidencia del CDE del PRI, ni modo que ahora, con tantas horas y años vividos, se ponga el carcaj, dispare la flecha y resuene los tambores de guerra.
La gran apuesta de Amadeo luego del huracanazo duartista para rescatar al PRI del torbellino electoral del 5 de junio es conciliar y sumar, tejiendo y destejiendo fino, sin relaciones desaforadas ni tormentosas.
Y si Héctor Yunes Landa y sus falanges pretenden crear otra sensación… allá ellos.
Por lo pronto, hoy, en el rancho “Las palomas”, propiedad del líder estatal de su asociación política, los Viagras, Mario Tejeda Tejeda, celebrarán la asamblea anual.
Al lado de Amadeo estarán sus amigos, guardias pretorianos de siempre, entre ellos, Miguel Ángel Díaz Pedroza, Servando Quiroz, Francisco Montes de Oca, Francisco Mora y José Luis Salas Torres, amigos desde antes del diluvio universal y lo que expresa los afectos reposados.