Escenarios: Rebatinga en Puebla por la mini

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  • Imponen exgobernadores a los suyos

  • Que el fogoso también opera allá

 

I

LUIS_VELAZQUEZEn Puebla, como en Veracruz, la pasión política gravita alrededor de la mini/gubernatura de dos años.

En la tierra de Manuel Bartlett y de la escritora Ángeles Mastretta, la mini ya fue aprobada y las pasiones están desatadas.

Pero, oh paradoja, tiempo quizá de la rumorología, tiempo acaso de la certidumbre de que así sea, hay quienes aseguran que uno de los operadores de la mini en Puebla fue el góber fogoso y gozoso de Veracruz.

Es decir, Fidel Herrera.

Y lo habría sido, afirman, por la relación del “Tío” con Mario Marín, el famoso góber precioso de quien siempre se dijo que eran socios, a tal grado que en los sexenios de ambos, y según la fama pública, los hijos de Fidel hacían negocios en Puebla, y los hijos de Mario Marín en Veracruz.

Ahí están, por ejemplo, los negocios de las tres torres de departamentos en Boca del Río y el fraccionamiento Punta Tiburón, en la llamada rivera jarocha, camino a Antón Lizardo, en Alvarado.

Pero, también, el puente del fogoso y gozoso para operar en Puebla habría sido su compadre, el ex priista y ex perredista, ahora tribu de Andrés Manuel López Obrador en Morena, Ricardo Monreal, ex gobernador de Zacatecas y senador de la República.

Es más, en el imaginario político durante la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto siempre se afirmó que Fidel solía reunirse con Monreal, apostando al triunfo en las urnas de López Obrador, lo que habría abonado más puntos de Peña Nieto en contra del “Tío”, de igual forma como cuando Joaquín “La Quina” Hernández Galicia favoreció a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato presidencial ante Carlos Salinas, y por eso lo encarceló.

II

En Puebla, según puede derivarse siguiendo la pista en los portales, el góber precioso Mario Marín tiene como candidato a la mini de dos años  a Juan Carlos Lastiry, subsecretario de Desarrollo Social, al lado de la titular, Rosario Robles Berlanga, aquella que ha “tirado su espada en prenda” defendiendo a “La gaviota” diciendo que tiene la Casita Blanca de las Lomas del Pedregal porque es una mujer exitosa.

El exgobernador de Puebla, Melquiades Morales Flores, jefe que fuera del góber en turno, Rafael Moreno Valle, también tiene su candidato con Francisco Jiménez Merino, delegado federal de la secretaría de Agricultura.

Falta, sin embargo, que en los portales anoten el candidato de Moreno Valle, quien soñando con Los Pinos en el año 2018, anda, por ahora, en tareas superiores de la política.

Pero, bueno, acelerados Mario Marín y Melquiades en Puebla, en Veracruz también “El fogoso” ha acelerado a sus discípulos, Érick Lagos, Jorge Carvallo, Adolfo Mota y Alberto Silva para la mini, en tanto Gerardo Buganza se acelera solo, pues desde el año 2004 trae la daga clavada cuando Fidel Herrera lo derrotara en las urnas, deseando así llegar al trono para desfogar tantos resentimientos.

III

Tanto en Puebla como en Veracruz faltaría, no obstante, conocer el nombre del candidato de Peña Nieto.

Cierto, en algunos casos pudiera coincidir con la propuesta del gobernador en turno, pero al mismo tiempo, hay un filtro político que inicia con el CEN del PRI, pasa al CISEN, camina a la secretaría de Gobernación, brinca al equipo político (asesores y demás) del presidente y por fin aterriza con el jefe máximo de Los Pinos.

Y más ahora con el retorno de la presidencia imperial y faraónica, dueño del día y de la noche y del destino de las elites tricolores de la nación.

Por eso, incluso, algún historiador, un sociólogo, un sicólogo estaría interesado en seguir la pista política al fogoso como mero objeto de estudio para ver si en efecto estaría operando en Puebla, como en Veracruz, con la mini.

Y es que si fuera tal cual, entonces, igual que los viejos cacicones del PRI, tipo Plutarco Elías Calles, ahora habría mudado a un apóstol de la democracia; pero también, extendiendo su imperio y emporio millonario en otras latitudes geográficas de la nación.