- Candidatos ciudadanos…
- Un cuento chino para…
- “Ordeñar la vaca”
Caminan, pues, las candidaturas ciudadanas en Veracruz para diputados federales; pero en medio de la desolación y el desencanto.
Y el desencanto, porque de pronto, el mundo político y social “se desgarra las vestiduras” por la llamada sociedad civil y ahí la respuesta: sólo 15 aspirantes se registraron, y eso para cuatro de los 21 distritos electorales.
Y lo peor: de los 15 sólo fueron nueve aprobaron el examen del Instituto Nacional Electoral, consejo local en el estado de Veracruz.
Es decir, el cuento y el rollo y el chorizo de quienes hablan en nombre de una organización ciudadana que sólo existe, digamos, y para ser optimistas, cuando, por ejemplo, el mismo gobierno deja de pagar el aguinaldo, y/o cuando hay caminatas para oponerse a la reforma educativa, y/o cuando hay marchas de los familiares de los desaparecidos, todos los casos en la impunidad.
Pero de ahí a que el ciudadano se integre en un frente común para soñar, digamos, por el anhelo democrático, pura vaina.
Y es que, bueno, como mero consuelo habría de recordar que todos los ciudadanos y jefes de familia y las familias están ene millón de veces más ocupadas y preocupadas por llevar el itacate a casa que por la vida democrática de Veracruz.
Allá, pues, que los políticos se repartan las mieles del poder que cada jefe de familia tiene demasiados pendientes para alimentar a los niños y a la esposa y a los padres ancianos y que, por tanto, terminan de migrantes ilegales en Estados Unidos.
II
Pero además se otra circunstancia desalentadora: El INE aprobó candidatos ciudadanos, que ahora buscarán firmas de apoyo como lo establece la ley, en las siguientes demarcaciones: Xalapa, cinco. Veracruz puerto, uno. Coatzacoalcos, dos. Y Zongolica, uno.
Sus nombres son los siguientes, y porfa, diga el lector si tienen, digamos, un liderazgo social fuerte, reconocido, identificado en sus distritos.
Es más, si los conocen.
Es más, si han expresado su vocación de servicio social con hechos y resultados.
Si han dejado huella en el alma colectiva.
Si han trascendido más allá del anonimato social porque su trabajo empujando un mejor destino social tal cual lo merece.
Es más, si en todo caso y aprobaran los requisitos del INE, lograrían los suficientes votos en las urnas para entrar victoriosos al Congreso de la Unión:
Por el distrito de Xalapa: Julio César Sosa, Eduardo de la Torre, Carlos Luna, Rafael Pérez y Pascual Pozos.
Por el puerto jarocho, Héctor Rosas.
Por Coatzacoalcos, Esteban Valles.
Y Zongolica, Jorge Ignacio Allé.
A partir de la fecha, y hasta el 27 de febrero, tendrán de plazo para levantar firmas que, bueno, acaso, podrían repetir el modelo de Jimmy Carter cuando soñó con la candidatura presidencial del Partido Demócrata en Estados Unidos, y como nadie lo conocía, se plantaba en los cruceros de las ciudades norteamericanas, con el siguiente estribillo: “Soy Jimmy Carter. Soy cacahuatero. Y quiero ser presidente de EU y le pido su firma y su voto”.
“El loquito aquel, solitario, como Pedro, el anacoreta de la montaña de Alto Lucero, llegó a la Casa Blanca.
III
Claro, la cultura democrática en EU es una y otra en México y otra, pobre y raquítica, frágil, incipiente, insinuante; pero, además, negociada y traficada en la mesa del billete, en Veracruz.
Bastaría referir un par de datos: en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, SEDARPA, tienen registradas unas 600 organizaciones sociales, cívicas, democráticas y populares que, según, abanderan la causa de los productores, desde indígenas y campesinos hasta pudientes.
Y en la mayor parte de los casos se tratan de ONG, grupos, grupitos, hordas y tribus integradas por una sola familia y los amigos, los compadres y los vecinos que se juntan y arman mitotes en Xalapa y, de paso, rafaguen escándalo mediático clamando “a los cuatro vientos” justicia social.
Y, bueno, si así como el secretario General del gobierno duartista tiene fama pública de haber integrado un grupo de porros enmascarados para reventar marchas y descarrilar a sus enemigos y adversarios y ahora también los ha formado el alcalde de Marcelo Montiel, Joaquín Caballero Rosiñol, a propósito de la protesta social por la escasez de agua en Coatzacoalcos, nadie dudaría que algunos de los candidatos ciudadanos, independientes que también les llaman, son una ridícula comparsa para arrebatar votos a los candidatos de la oposición y amacizar el triunfo de los abanderados priistas.
Y más, como en el caso, resulta inverosímil que en Xalapa, donde contendrá la Barbie priista Corintia Cruz Oregón, haya cinco candidatos ciudadanos aprobados por el INE.
Y uno en Veracruz, donde contendrá la Barbie priista, Ana Guadalupe Ingram.
Y dos en Coatzacoalcos, donde el candidato rojo será Marcelo Montiel Montiel, el nuevo cacique sureño que desbarrancó a su tlatoani, Carlos Brito Gómez, en un acto de traición y deslealtad.
IV
En fin, que esos cuentos chinos de la sociedad civil en Veracruz sólo dan pie para relatos ficcionales como ha quedado mostrado con el registro de los candidatos ciudadanos a diputados federales.
Y es que, bueno, una cosita es que el INE lo haya aprobado luego de tantas luchas sociales y políticas, y otra es que de pronto, zas, aparezcan por ahí mesiánicos, populistas y demagogos creyéndose las Juanas de Arco, en caso de las mujeres, y Pedro el anacoreta de las cuevas rupestres de Alto Lucero, oh Paquita la del barrio, en caso de los hombres.
La sociedad civil en la tierra jarocha es un pretexto para “ordeñar la vaca” oficial y de la Universidad Veracruzana. Una entelequia. Utopía. Quimera. Dulce sueño de quienes deliran con disparar a la luna, conscientes de que nunca llegarán; pero que les permitirá apantallar a los demás…