Elogia Biden la negativa de Rushdie a ser silenciado

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó el “feroz ataque” contra el escritor Salman Rushdie. En un comunicado, elogió al autor por su “negativa a ser intimidado o silenciado”, y declaró que junto con su esposa, Jill, “los estadunidenses y personas de todo el mundo, estamos orando por su salud y recuperación”.

El alto representante para política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, también condenó enérgicamente el atentado y, además de desearle pronta recuperación, llamó a un rechazo internacional “a estas acciones criminales, que violan los derechos y libertades fundamentales; es el único camino hacia un mundo mejor y más pacífico”, tuiteó.

En tanto, Hadi Matar, acusado de agredir a Rushdie, se declaró inocente este sábado en la corte de los cargos de intento de asesinato y asalto. El abogado del joven de 24 años hizo la declaración en la corte en nombre de su cliente durante una breve audiencia de presentación formal de los cargos. Matar compareció vistiendo indumentaria blanca y negra de presidiario y mascarilla blanca. Tenía las manos esposadas por delante.

Al mismo tiempo se multiplicaron los elogios para el narrador en Occidente y para su agresor en Irán.

La fiscalía del condado neoyorquino de Chautauqua imputó a Matar por los cargos tras su ataque a puñaladas contra el escritor británico de origen indio durante una presentación el pasado viernes. “El acusado permanecerá en prisión preventiva sin derecho a fianza”, informó el fiscal del condado, Jason Schmidt, en un comunicado publicado ayer por el diario local Buffalo News.

Matar, residente en Fairview, Nueva Jersey, fue detenido por las fuerzas de seguridad tras la agresión al escritor en la Institución Chautauqua. Nació en Estados Unidos de padres libaneses que emigraron de Yaroun, aldea fronteriza en Líbano, según informó el alcalde Alí Tehfe.

El motivo del ataque no estaba claro, añadió el mayor de la policía estatal Eugene Staniszewski. La vivienda de Matar estaba acordonada por las autoridades y la FBI trata de determinar si actuó solo.

En Teherán, capital iraní, todos estaban al corriente del ataque; entre las opiniones sólo existen dos posturas: el apoyo o el silencio. Más de tres décadas después de la publicación de Los versos satánicos, el libro aún huele a azufre en la república islámica iraní, cuyo fundador, el ayatola Rouhollah Jomeini, emitió una fatwa en 1989 llamando al asesinato de su autor.

La sentencia obligó al británico a esconderse y vivir con protección policial, aunque hacía tiempo que había recuperado la normalidad.

Reacciones en Irán

Aunque las autoridades de Irán no hayan reaccionado oficialmente al ataque contra el escritor, el principal diario ultraconservador de ese país, Kayhan, felicitó ayer al autor del apuñalamiento. “Felicitaciones a este hombre valiente y consciente del deber que atacó al apóstata y depravado Salman Rushdie en Nueva York”, publicó el diario, cuyo director es designado por el líder supremo de Irán, el ayatola Alí Jamenei.

Preguntado por la agencia de prensa ultraconservadora Fars, el ayatola Hosein Radai, profesor de teología en la Universidad Shahed, también justificó el ataque: “Una persona que se aparta de la religión del Islam (…) se llama apóstata. Es alguien como Rushdie, que no sólo ha rechazado el Islam, sino que ha tratado de insultarlo. Según la jurisprudencia, tal apóstata merece la muerte”. En Enghelab Street, corazón de las librerías de Teherán, Los versos satánicos está prohibido, pero no otras obras de Rushdie como Vergüenza, premiada en 1985 por el Estado iraní.

Un funcionario del grupo armado libanés Hezbollah, respaldado por Irán, señaló ayer que el grupo no tiene información adicional sobre el ataque contra el novelista.

Desde Londres, el primer ministro británico, Boris Johnson, en Twitter condenó el ataque cuando “ejercía un derecho que nunca debemos dejar de defender”, mientras el presidente francés, Emmanuel Macron, expresó en nombre del pueblo galo su solidaridad con Rushdie.

En Berlín, la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, calificó de “crimen terrible” el atentado, en el diario Bild am Sonntag, y añadió: “Quienes lo han perseguido durante décadas y lo han amenazado de muerte también son responsables de este terrible acto sangriento”.