LUIS VELÁZQUEZ
•En 1998, Érick Lagos fue devoto proselitista de Ignacio Morales Lechuga como candidato de la izquierda a la gubernatura
•Historia resumida de un político que se abrió camino gracias a las barbies
Érick Lagos inició como político en la vida estudiantil, parece, en la facultad de Leyes, cargando los libros a la entonces dirigente de la facultad de Leyes de la Universidad Veracruzana, la primera lideresa en la historia de la institución.
Pero como era un Salvador Gaviota, sin recursos suficientes para que sus padres lo mantuvieran, se alió con otros condiscípulos y fue cuando en su vida apareció Anahí, un compañero que de vez en vez, con regularidad mejor dicho, les invitaba el desayuno y la cena y hasta les ofrecía posada para ahorrarse el pago de la pensión.
Luego, uno de ellos miró el bosque y descubrió que en un antro de vida, una disco, B/44, parece de nombre, una parte de la clientela eran mujeres de la sexta década urgidas de curar su soledad y se convirtieron en una especie de pre/pago como llaman en Miami a los acompañantes masculinos.
Un día fue tentado por la presidencia de la sociedad de alumnos; pero antes de lanzarse a la campaña estudiantil consultó con su bruja de cabecera en Isla, doña Elpidia Canelo, si ganaría la elección. Fue así como decidió lanzarse.
Y ganó.
Entonces, la vida pudo ensancharse y pasó a vivir en un departamento tan amplio que en las noches permitía que otros compañeros durmieran en la sala.
Pero como solo había un baño todo mundo se daba cuenta de su uso, y en las noches, cuenta el fotógrafo Wenceslao Fuentes, que por ahí se hospedó, miraban los cuerpos desnudos de algunas chicas que salían de la habitación principal, la de Érick Lagos, para darse un aseíto, luego de una trifulca en el tálamo.
Nunca, sin embargo, fue bueno para el estudio. Incluso, se afirma que solo llegó hasta el tercer año de la facultad de Leyes y en el cuarto y en el quinto, aun cuando asistía con irregularidad al salón de clases, andaba en otros menesteres propios de su condición biológica.
Así, cuando su generación estaba a punto de graduarse le entró la angustia porque sus padres le reprenderían y recurrió a todo, hasta el llanto, para que sus puentes tendidos a la dirección de la facultad lo salvaran.
Incluso, vivió entonces los peores días, más de cuando por ejemplo, el 13 de noviembre del año 2008, el Campo Militar número 26/B, oficio número 27602, con sede en La Boticaria, levantara un acto ligándolo a malas amistades.
Y/o como cuando también la zona militar levantara otro oficio en sus años de bachillerato en Isla por el consumo de yerbitas.
Y/o cuando “El Lucky”, detenido en Córdoba como una célula de los Zetas, lo citara en una declaración publicada en el diario Reforma.
Y/o cuando la misteriosa desaparición de un par de sus carnales. Christian José Morales Carreto, presidente de la fundación “Xalapa pienso en ti”, y Nelson Leopoldo Cabrera.
Un milagro en la facultad de Leyes lo redimió. Y cuando todos se graduaron también recibió su papelito como pasante de abogado.
BREVE HISTORIA DE UN DEICIDIO
En 1998, se soñaba un joven de izquierda. En los rincones de sus neuronas se agitaban los pobres, en un lado, y en el otro, los ricos. Habían transcurrido 20 años del movimiento estudiantil. Quería salvar el mundo; pero, bueno, el mundo lo terminó transformando, sin llegar a los límites de Kafka con Gregorio Samsa.
En aquel año, al inicio de la campaña electoral para la gubernatura con un grupo de jóvenes, entre ellos Freddy Ayala, se convirtieron en apóstoles de Ignacio Morales Lechuga como candidato opositor a Miguel Alemán Velasco, según recuerda el sociólogo Edgard González Suárez, quien también fungía como uno de los ardientes proselitistas de quien luego fuera procurador de Justicia del Distrito Federal y de la república y embajador de México en Francia con Carlos Salinas.
Y hacían talacha a su favor para ganar en las urnas.
Pero, bueno, con el mismo talante con que antes había descubierto a Anahí y a las abuelitas de la disco B/44 para huir de la precariedad, un día, a la mitad de la campaña, se bajó del barco sin decir adiós, acompañado de Freddy Ayala, su único legionario en aquella aventura ideológica y utópica.
Y mientras Freddy Ayala se fue al PRD con su candidato Arturo Hérviz, de pronto, ahora sí como el Gregorio Samsa de Kafka, apareció en la campaña de Miguel Alemán, al lado de Fidel Herrera, uno de los coordinadores, quien le había tendido un puente de plata para desvalijar al equipo de Morales Lechuga.
Hedonista, vedado para el estudio y la academia y los posgrados, en la jornada electoral de Alemán Velasco alcanzó la misma fama que Carlos Salinas en la campaña de Miguel de la Madrid, estar rodeado siempre de edecanes, día y noche, pues resulta una maldición fregarse el lomo con intensidad durante las horas del día y en la noche acostarse en una cama vacía, con las sabanas más frías que un panteón.
Y en tales circunstancias, devoto de la vida loca que usufructuaron los griegos y luego los romanos y luego cantara para el mundo Ricky Martin, utilizó a sus edecanes con estrategia política y según las versiones fueron ellas su puente de plata para ganarse un espacio en el corazón del fogoso, a tal grado que de acuerdo con la fama pública la esposa de Fidel Herrera siempre guardó una distancia con Érick Lagos porque era un conseguidor para un tío con la misma mística de Gerardo Buganza Salmerón de mantener la fidelidad conyugal a prueba de bomba, incluso.
GRACIAS A SUS BARBIES ABRIÓ BRECHA EN POLÍTICA
El resto de la historia es conocido: gracias a sus barbies se fue abriendo espacio en la política.
Es más, pulió el método, y ahora cuando sueña con la candidatura a diputado federal por el distrito de Acayucan, sedujo a unas mujeres políticas que también soñaban con la curul y cabildeó en el duartismo para tentarlas con cargos públicos. Una, la subsecretaria de Desarrollo Agropecuario, Fabiola Vázquez Saut, y dos, la directora de Espacios Educativos de la Secretaría de Educación, la ideóloga pedagógica Dominga Xochilt Tress.
Pero enfrente tiene a una guerrera. Se llama Amanda Gasperín Bulbarela, presidenta municipal de Rodríguez Clara, quien ha sonado los primeros tambores de guerra al gobierno de Veracruz, denunciando que le adeudan cien millones de pesos de recursos federales.
Y según parece Amanda… ama más que nunca la curul federal, por lo siguiente:
Una. Será el primer Congreso de la Unión del presidente Enrique Peña Nieto.
Dos. Su esposo ya fue diputado federal y trae clavada la daga en el corazón.
Y tercero. Dominga Xóchilt, su enemiga y adversaria, también sigue buscando la curul, no obstante que Érick Lagos la cooptó en la SEV.
Y si el secretario General de Gobierno decide enfrentarse a Gasperín Bulbarela habrá de recordar la enseñanza de la madre de Fidel Herrera, una modesta y sencilla profesora rural: pelearse con una mujer es como pelearse con 200 hombres al mismo tiempo…
Y, bueno, ni siquiera los romanos pudieron con Cleopatra…