El Barcelona se dejó empatar por el Celta

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El Barcelona empató (2-2) ante el RC Celta en la jornada 14 de LaLiga EA Sports celebrada en el Estadio Abanca Balaídos, una papeleta complicada que pareció resolver el líder con Robert Lewandowski y Raphinha, pero que dio un giro más a cinco minutos del final con una expulsión y dos goles locales.

El equipo de Hansi Flick lució la clásica resaca después de parón por selecciones, sin ganas de correr mucho, y la pegada de sus dos jugadores más en forma no fue suficiente para olvidar el tropiezo en el Reale Arena en una segunda salida exigente consecutiva. Alfon y Hugo Álvarez marcaron en el 84′, tras un regalo de Koundé, y en el 86′, con el Barça con 10 por la segunda amarilla de Marc Casadó.

El Barcelona abrió más la puerta a sus perseguidores en Vigo, donde sólo ha sumado dos victorias en sus últimas 10 visitas, con 34 puntos por los 29 del Atlético y 27 de un Real Madrid con dos partidos menos. Mientras, el Celta, que pidió un penalti y una expulsión de Gerard Martín en el primer tiempo, demostró fe y equipo para ser uno de los aspirantes a la zona europea de la tabla.

 

Parecía claro que al Barcelona le iba a tocar sufrir y así se confirmó en el primer tiempo en Balaídos, a pesar de que el líder se fue 0-1 al descanso gracias al estado de gracia de Raphinha. El equipo de Flick empezó con una presión muy alta tratando de morder, pero el Celta había hecho los deberes y siguió su plan.

 

Los locales salvaron esa línea alta y aprovecharon las dudas que podía haber en un Barcelona de vuelta de parón tras la derrota contra la Real y en una salida que se le viene atragantando. La famosa defensa adelantada de los catalanes mostró todos esos factores para desconfiar en sus acciones y, a pesar de la tarea de achicar de Iñigo Martínez, los de Claudio Giráldez llegaron con peligro.

De hecho, a los tres minutos, Aspas perdonó una muy clara tras un centro de primeras de Mingueza y, al instante, Douvikas tuvo otra. La intensidad para robar fue celeste mientras el Barcelona no terminaba de encontrarse con Dani Olmo lejos de la acción en la banda izquierda y con un Pedri de piernas pesadas. De nuevo echaron de menos al lesionado Lamine Yamal los catalanes. No estaba cómodo el cuadro azulgrana pero un pase largo de Koundé lo hizo bueno Raphinha con el 0-1 a los quince minutos.

 

El brasileño lo hizo fácil ante un Mingueza quizá despistado por el viento que molestó en el feudo vigués, un tanto vital que se antojaba escaso. El Celta volvió a rondar el gol con Hugo Álvarez e Ilaix Moriba, y Iago Aspas reclamó un penalti de Gerard Martín. Una pareja de baile que volvió a encontrarse al final del primer tiempo, con el gallego reclamando una segunda amarilla.

 

El capitán del Celta, aún caliente por aquella pena máxima que había reclamado, echó humo y con él todo Balaídos camino de los vestidores con la polémica servida. Lo de las piernas pesadas empezó a ser síntoma general en los catalanes y el paso por vestidores no sentó bien sin duda. El Barça volvió frío y con muchos errores en la salida del balón que invitaron al Celta a buscar el empate.

Con Héctor Fort por Gerard, por si acaso, el cuadro visitante tuvo más profundidad por la banda izquierda y Olmo pudo irse más al medio, pero sufría el Barcelona sin balón. Balaídos apretó, pero en una pérdida de Mingueza llegó el segundo visitante, robo de Raphinha y 15º gol en Liga de Lewandowski, los dos jugadores más enchufados de Europa, al rescate de los de Flick.

 

El Celta quemó cartuchos y volvió a perdonar, con Alfon recién entrado al campo y con Hugo Álvarez, reafirmando a Iñaki Peña bajo palos, quien hizo de último defensa en el primer tiempo y detuvo las ocasiones claras de los locales. Pese al 0-2, el reloj corrió despacio para un Barcelona que cuando parecía que había dormido el partido con la posesión, despertó los fantasmas de Balaídos.

 

Raphinha perdonó la sentencia, con un balón al poste, y a partir de ahí todo se empezó a torcer para los de Flick. Casadó vio la segunda amarilla, Koundé falló con estrépito en el 1-2 de Alfon y la defensa azulgrana se aculó ante la jugada del 2-2 de Hugo Álvarez. Aún tuvo el gol del triunfo celeste Borja Iglesias de tacón, pero igualmente el Barcelona pagó un día de resaca con el segundo tropiezo seguido en una Liga que gana emoción.