Se espera que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nombre a Marco Rubio como secretario de Estado, dijo el lunes por la noche una persona familiarizada con el asunto, otorgándole un puesto importante en su segunda administración a un exrival que luego se convirtió en uno de sus más ardientes partidarios en el Senado.
Rubio hizo una extensa campaña a favor de Trump y estuvo entre los candidatos a la vicepresidencia. El senador de mayor antigüedad de Florida ayudó a la campaña a llegar a las comunidades latinas y habló en un mitin en Pensilvania el último día de la campaña para presentar a Trump en español.
A lo largo de los últimos años, Marco Rubio ha adoptado una postura agresiva frente al surgimiento de China como potencia económica y ha apoyado la guerra de Israel en Gaza y sus ataques contra Hezbolá en el Líbano, además de ser un firme partidario de la OTAN. Fue miembro tanto del Comité de Inteligencia del Senado como del Comité de Relaciones Exteriores.
Rubio ha defendido la posición de Trump de poner fin rápidamente a la invasión rusa de Ucrania, pidiendo conversaciones que podrían resultar en que Kiev entregue el territorio ocupado por las fuerzas rusas.
“No estoy del lado de Rusia, pero lamentablemente la realidad es que la guerra en Ucrania acabará con un acuerdo negociado”, dijo Rubio en el programa Meet the Press de la NBC en septiembre. “Y quiero, y nosotros queremos, y creo que Donald Trump quiere, que Ucrania tenga más influencia en esa negociación”.
Cabe destacar que en meses pasados, Marco Rubio acusó al expresidente Andrés Manuel López Obrador de “entregar a México» a los cárteles de la droga.
Al igual que otros asesores de política exterior de Trump, éste ha dejado claro que China es la verdadera amenaza. En un informe publicado en septiembre, afirmó que Estados Unidos debe tomar conciencia de la gravedad del desafío que representa China.
“La China comunista es el adversario más poderoso al que se ha enfrentado Estados Unidos en la memoria viva”, escribió en la primera línea del informe.
La nominación de Marco Rubio como máximo diplomático estadounidense pondría fin a su rivalidad con Trump. Ambos se enfrentaron en las primarias republicanas de 2016 para presidente y Trump se burló de Rubio en el debate llamándolo “Pequeño Marco” y señalando el tamaño de sus manos.
Rubio respondió llamando a Trump “la persona más vulgar” que jamás haya aspirado a ser presidente. Sin embargo, una vez que Trump llegó a la Casa Blanca, trabajó duro para reparar la relación.
También conoce a Susie Wiles, la nueva jefa de gabinete de Trump en la Casa Blanca, desde hace años, y ambos han estado involucrados en la política republicana en Florida.
Se espera que Rubio, que ha servido en el Senado desde 2011, reciba una confirmación rápida y sencilla de la cámara. Eso crearía un escaño libre, lo que permitiría al gobernador de Florida, Ron DeSantis, nombrar a alguien para ocupar el puesto vacante.
*EL FINANCIERO