POR ROSA VÁZQUEZ
Más de cinco calles cerradas, tres con cambio de sentido temporal, un par de atentes de tránsito a las 8:00 de la mañana y todo un ejército de ellos desde el medio día. Madres apuradas, claxon sonando, niños con los ojos rojos por la desvelada. Así, entre caos vial se vivió el regreso a clases en la ciudad de Xalapa.
Hubo mayor tráfico que el de cada año, quizá porque esta vez gran parte del centro de la ciudad se encuentra con calles cerradas y obras inconclusas. Xalapeños Ilustres, Hidalgo, Santos Degollado y Rojano se volvieron un dolor de cabeza cuando la gente no pudo atravesarlas.
Varios padres de familia dejaron sus automóviles en doble fila en calles aledañas a donde llevaron a sus hijos hasta la puerta de la escuela. Minutos después de las 8:00 de la mañana comenzaron a hacer recorridos algunas grúas.
El caos de la entrada en el regreso a clases fue superado por el conflicto vial que se vivió a la hora de salida de las escuelas, el tráfico se volvió más problemático y los padres de familia ya no encontraron lugar para estacionarse en calles cercanas a las escuelas.
Por eso muchos colocaron sus automóviles en la entrada de las escuelas hasta esperar a que sus hijos llegaran corriendo a subirse al vehículo para poder avanzar. Hasta un ligero golpe en la cabeza le dio una mujer a su hijo por no subirse a tiempo al automóvil.
Desde las 12:00 del día que comenzó la salida de los jardines de niños y hasta las 2:00 de la tarde se presenció una mayor presencia policiaca y de elementos de tránsito, para colmo una manifestación que bloqueo el acceso por Enríquez y Lucio durante algunos minutos. El estrés se dejó sentir en las calles xalapeñas.