Pérdidas millonarias dejó a los productores michoacanos la suspensión de la exportación de aguacate a Estados Unidos tras una agresión a inspectores del Departamento de Agricultura de ese país en Paracho.
El levantamiento de la restricción que duró 10 días, impuesta por el gobierno estadunidense, representa un alivio para este sector que, ahora, también le hace frente a las sanciones por incumplimientos de contrato.
Sanciones contra aguacate de Michoacán
Ricardo Vázquez Blanco, quien se dedica a la comercialización de este fruto en el oriente del estado, comentó:
«En incumplimiento como tal no sabría decirle, pero sí fueron pérdidas de más de cien millones de pesos. Tan sólo un contenedor de aguacate anda alrededor de un millón 200, un millón 500 (mil pesos) en promedio, en precio en que se exporta. Entonces, se exportan alrededor de cien más o menos, en promedio de toneladas, por semana; cien contenedores más o menos».
Consideró que la recuperación de la industria aguacatera será paulatina, donde deberán echar mano de los cortadores, los cuales fueron los principales afectados por la sanción. En las huertas, trabajan a marchas forzadas para sacar el producto.
A decir de Eduardo Morales, jefe de una cuadrilla de 13 trabajadores, entre 15 o 22 días se regularizarpa la jornada. Vázquez Blanco precisó que darán prioridad a los pedidos «que también ya estaban solicitando en el extranjero». Los diez días de suspensión fueron un problema para los jornaleros, recordó Eduardo:
«¿Qué hasta cuándo iba a haber corte? ¿Qué hasta cuando se nos iba a acomodar? ¿Qué hasta cuando se nos iba a acomodar en el trabajo? Entonces, ya comentaron por ahí como en ocho días, hasta 15 días porque no sabían pues».
En esta huerta ubicada en el poblado de Zacán, municipio de Uruapan, tanto jornaleros como productores coincidieron en la importancia de concientizar a la sociedad sobre la relevancia que tiene la venta del aguacate y los impactos negativos si no llega a salir.
«Debemos llegar a un acuerdo con todas las autoridades, tanto indígenas como con la sociedad, para hacerles ver cuál es el impacto que causa si nosotros no ponemos nuestro granito de arena a fin de garantizar toda la seguridad, porque realmente mucha gente depende del negocio del aguacate».
Carlos García, productor aguacatero, señaló que deben seguir siendo inspectores contratados por el gobierno de Estados Unidos los que mantengan las inspecciones para no perder la calidad del producto que se exporta. Declaró:
«Creo que se debería trabajar igual, ya que veo que siempre hay que cumplir con los requerimientos del mercado de donde se está mandando, en este caso, del aguacate».
*MILENIO