Crecimiento delincuencial en el Fovissste: vecinos

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POR FADIA MORENO/EXCLUSIVA

 

La unidad habitacional del Fovisste, una de las más añejas y grandes de la Atenas de Veracruz sufre una ola de inseguridad, de robos y asaltos del fuero común. Lo mismo pueden ser atracados sus habitantes que empleados de tiendas de conveniencia. Para evitar incidentes policías proponen a vecinos “toque de queda”

 

“Los bandidos buscan las tiendas más escondidas y pequeñas con poco movimiento”

VECINOS

 

La unidad del habitacional del Fovissste es una de las zonas más inseguras de Xalapa, pues no solo ha habido a sus alrededores enfrentamientos y balaceras, sino que los comerciantes del vecindario se quejan del constante acoso de delincuentes y asaltantes, por lo que la misma Policía les propuso una especie de “toque de queda”.

Los robos en plena luz del día son cada vez más frecuentes, las tiendas pequeñas ya no sólo son víctimas del famoso robo hormiga, pues por poco dinero hacen uso de la violencia y por lo menos una vez a la semana los delincuentes “visitan, lavanderías, tienditas, ciber cafés, automóviles y los edificios”, en su mayoría habitados por maestros y jubilados.

Si bien la Secretaría de Seguridad Pública SSP, asegura que mantiene una fuerte vigilancia en la capital, el Fovissste carece de ella, ya que los policías circulan hasta donde la patrulla los deja y con las obras de rehabilitación en la unidad, la vigilancia es casi nula, ya que se dificulta el tránsito de las camionetas, “los bandidos buscan las tiendas más escondidas y pequeñas con poco movimiento”.

Ante la necesidad y el desempleo, algunos no roban y mejor piden, comentó la dueña de una tiendita de la calle Esmeralda, quien prefirió el anonimato, “un señor de plano me dijo señora no la quiero espantar, no quiero robar, quiero que me regale; tengo niños y no me dan trabajo, se llevó dos bolsas de sopa, un cubo de caldo de pollo y una bolsa de pan blanco”.

Por la continuidad de acometimientos contra las tienditas, que van de 15 a 20 días, dijo que la misma policía auxiliar les recomendó cerrar más temprano, el horario máximo es a las 10 de la noche, “luego de esa hora los vecinos no salen porque al mismo velador lo golpearon y hasta al hospital fue a dar”.

Otras personas no corren con la misma suerte, la encargada de una lavandería en el boulevard Diamante, hace una semana fue golpeada en el rostro por un hampón quien le robó mil pesos, “estaba tomándome un café, llego el tipo para preguntar por el servicio, me pegó y se llevó el dinero”.

Pese que a pocos metros se encuentra un retén de policías, su inefectividad y su desatención se nota, pues la mujer esperó más de una hora para que la atendieran “sólo llegó un vigilante una hora después, una vecina vio al ratero cuando apenas sucedió y la policía nunca lo agarró”.