A mes y medio de iniciado el presente gobierno —además del tema de la reforma judicial— la inseguridad pública se ha convertido en el principal problema heredado de la anterior administración. Las estadísticas señalan que la violencia y los crímenes que a diario se cometen en el país no han tenido disminución y es el fenómeno social que más preocupa a los mexicanos.
No se debe olvidar que la existencia de una democracia no se agota en procesos electorales ni basta con reformar leyes o extinguir instituciones; por el contrario, parte de la democracia es que el Estado propicie las condiciones necesarias para que los ciudadanos vivamos en paz, tengamos tranquilidad, convivencia social, así como calidad de vida y salud.
Entender el vínculo entre democracia y Estado de derecho es fundamental para el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos. En pocas palabras, la esencia de un Estado de derecho estriba en que las leyes rijan por igual el comportamiento de las personas y de quienes encabezan las instituciones.
Dentro de los principios que caracterizan al Estado de derecho están: disposiciones jurídicas claras, división de Poderes, independencia judicial; acceso a la justicia y la observancia del debido proceso; entre otros.
En la reciente publicación del Índice del Estado de derecho de World Justice Project 2024, se hace un análisis comparativo de 142 países que demuestra que entre 2023 y 2024 el Estado de derecho se debilitó en la mayoría de los países.
Pareciera que en la actualidad es menos probable que el Poder Ejecutivo se vea limitado por la sociedad civil, los medios de comunicación, las legislaturas, los tribunales y las elecciones.
En cuanto al tema de derechos humanos, el mismo informe establece que las personas perdieron derechos fundamentales en 63% de los países encuestados. Las libertades de expresión y de reunión, así como el derecho a la privacidad han retrocedido, mientras que la discriminación ha empeorado.
Entender el vínculo entre democracia y Estado de derecho es fundamental para el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos. En pocas palabras, la esencia de un Estado de derecho estriba en que las leyes rijan por igual el comportamiento de las personas y de quienes encabezan las instituciones.
Dentro de los principios que caracterizan al Estado de derecho están: disposiciones jurídicas claras, división de Poderes, independencia judicial; acceso a la justicia y la observancia del debido proceso; entre otros.
En la reciente publicación del Índice del Estado de derecho de World Justice Project 2024, se hace un análisis comparativo de 142 países que demuestra que entre 2023 y 2024 el Estado de derecho se debilitó en la mayoría de los países.
Pareciera que en la actualidad es menos probable que el Poder Ejecutivo se vea limitado por la sociedad civil, los medios de comunicación, las legislaturas, los tribunales y las elecciones.
En cuanto al tema de derechos humanos, el mismo informe establece que las personas perdieron derechos fundamentales en 63% de los países encuestados. Las libertades de expresión y de reunión, así como el derecho a la privacidad han retrocedido, mientras que la discriminación ha empeorado.
*EXCELSIOR