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Xalapa

Contracronica

*El desactivador de fiestas anda de pachanga 

*Los malos contadores de Ramos Alor 

*Chapear el parque de Magnolia 

*Un fracaso llamado Club Tiburón              

No se acabó la fiesta 

Francisco Villa Campa, director de la Policía Municipal de Xalapa tal parece que se volvió a ir al agua, y no al de Paseo de los Lagos del Dique. Pues, aunque su jefe, el alcalde, Hipólito Rodríguez Herrero había prometido desactivar fiestas para evitar la propagación del Coronavirus en la Atenas Veracruzana. Las pachangas siguieron este fin de semana a todo su esplendor en colonias como Sumidero, Revolución, Emiliano Zapata y en conjuntos habitacionales como Las Fuentes y Xalapa 2000.

Este domingo, el plan “desactivador de fiestas” falló en el sur de la ciudad, durante la madrugada vecinos del Fraccionamiento Las Fuentes reportaron en varias ocasiones la estridencia y concentración masiva en una de las azoteas de la calle Vulcano. El aquelarre juvenil duró más de diez horas, de diez de la noche hasta el amanecer, brillando por su ausencia las patrullas de la Policía Municipal de Villa Campa.

Los vecinos trasnochados y ojerosos, irritados por la tranquilidad rota en el conjunto habitacional, llamaron por lo menos cuatro veces al número de emergencia 911, sin que les contestaran. Por tal motivo, en redes sociales, solicitaron un número telefónico para poder reportar dicha situación. De forma inexplicable, una patrulla municipal se presentó en la zona para pedir a la persona que había pedido el auxilio que saliera de su domicilio a identificarse, arriesgándose a que los fiesteros alcoholizados identificaran a los vecinos delatores y los agredieran. Los policías al no poder ver a los soplones, prefirieron dejar que la fiesta siguiera su curso.  

90 días y no pudieron comprobar a la ASF

No sabemos si Roberto Ramos Alor, Secretario de Salud se trajo de contadores o administradores a amigos del diputado local, Magdaleno Rosales que no han concluido sus estudios de primaria o a los meseros del bar del doctor en Coatzacoalcos, el “Puerto Rico Power”, el caso es que la SSA no pudo justificar en 90 días el ejercicio presupuestal de mil, 963 millones de pesos. 

Peor aún, el propio Secretario de Salud, Ramos Alor -conocido entre la flota reporteril, como el “ningún chile te embona”- quiso engañar al gobernador, Cuitláhuac García pretextando que por la pandemia del Coronavirus ningún funcionario administrativo iba a las oficinas de la dependencia estatal, siendo que el informe de resultados de la Cuenta Pública Federalizada del 2019 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) es muy claro, la Secretaría de Salud tuvo hasta marzo del 2020 -es decir antes de que explotara la pandemia- para solventar con comprobantes fiscales, documentación, estados de cuenta bancarios y con bienes muebles e inmuebles el recurso correctamente ejercido a la Tesorería de la Federación.

Ramos Alor tendrá que jalar orejas y cesar a dos que tres mandos administrativos de la Secretaria de Salud, pues la Auditoria Superior de la Federación es implacable en estos movimientos, los cuales tendrá que solventar con seriedad y no “rameándose” con huevos y yerbas, como suele hacerlo Ramos Alor en las comparecencias.

El dictamen concluyente de la ASF remarca en su dictamen que el Gobierno del Estado de Veracruz no realizó una gestión eficiente y transparente de los recursos transferidos a través del Acuerdo de Coordinación Celebrado entre la Secretaría de Salud y el gobierno, apegada a la normativa que regula su ejercicio y no se cumplieron sus objetivos y metas, señala el organismo auditor.

De mientras, por esta insolvencia, que derivará en promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria de parte de la ASF, el gobierno de Veracruz ya quedó en ridículo a nivel nacional, junto con otros gobiernos estatales como Morelos y Chiapas. 

Una manita de gato al parque de Magnolia 

Vecinos de la colonia Francisco I. Madero lanzan un S.O.S. al Ayuntamiento de Xalapa para que le dé una manita de gato al Parque de Magnolia, la única área verde habilitada en esa zona. 

Maleza crecida, algunos árboles muy deteriorados y bancas rotas es el triste panorama que aqueja a este pequeño pulmón de la Atenas Veracruzana, el cual no recibe mantenimiento desde tres administraciones municipales atrás. 

De perdis -atajan- ya que los funcionarios del gobierno de Cuitláhuac García andan muy hacendosos, oficiosos y chambeadores los fines de semana, que se animen a “chapear” por la zona centro de Xalapa, como lo han hecho en los jardines de la SEV, en los alrededores de Fiscalía y el Órgano de Fiscalización (ORFIS) o como recientemente lo hicieron por rumbos de la Central de Abastos.  

Se ahogo el proyecto Tiburón 

El Club de Fútbol Veracruz Tiburón sigue desmembrándose en la naciente Liga del Balompié Profesional (LBM). La semana pasada, se quedó sin su Director Deportivo, el uruguayo, Gustavo Matosas, renunció su DT interino, Carlos Cazarín y de emergencia tuvo que ser anunciado el argentino, Diego Bartolotta; en ese mismo lapso de tiempo, exjugadores de la liga MX que en su momento fueron contratados como “refuerzos bomba”, como Carlos “Gullit” Peña, Jorge “Chatón” Enríquez y Nestor “el avión” Calderón presentaron su renuncia.

Los motivos, como siempre, o como suele pasar en las últimas historias deportivas de Veracruz -recordar caso Halcones Rojos, Tiburones Rojos y hasta el Águila de Veracruz- ocurrió por el impago de salarios por parte de la directiva.

El mismo club ya había iniciado con el pie izquierdo su incursión en la incipiente liga, al no llegar a un acuerdo con el administrador del comodato del estadio, Luis “Pirata” de la Fuente para jugar en el coloso del fraccionamiento virginia, razón por la que el Veracruz Tiburón tuvo que trasladarse primero a la capital del estado y posteriormente a Tlapacoyan. Un municipio con dificultades de conexión carretera para los equipos que provengan de sedes del norte del país. 

La estocada a dicho conflicto salarial, la dio el uruguayo, Gustavo Matosas, quien, en un comunicado, recriminó a la directiva que llevan un mes sin cobrar, tanto el cuerpo técnico como los jugadores, razón por la que la insolvencia económica hacía insostenible su permanencia en el equipo.  Matosas apenas duro cuatro meses en el cargo.

Twitter: @zavaleta_noe 

Las ideas y opiniones expresadas por el autor de ésta columna periodística, no reflejan necesariamente el punto de vista de Crónica de Xalapa ©️

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