Chakam Pulik Inik, el libro que nació en la pandemia para rendir homenaje al pueblo tének 

0
822

 

 

Su nombre es Juan Eugenio de la Cruz Hernández, pero es conocido como Maska de la Cruz y es originario de la comunidad de Zaragoza, municipio de Naranjos en la huasteca veracruzana.

Al pedirle que se describa, nos cuenta: “Muchos dicen que soy escritor, que soy mascarero, yo creo que soy un danzante tradicional, todos mis primos de mi edad crecimos bailando una danza y dentro de mi hiperactividad y necedad, siempre me llamó la atención el tallar máscaras, veía cómo mis abuelos tallaban las máscaras para las danzas de noviembre y cuando los abuelos fallecieron yo me vi en la necesidad de volver a agarrar las herramientas que ellos usaban para intentar seguir tallando esas máscaras”.

Maska cuenta a Crónica de Xalapa que más que escritor se considera como un “palabrero” y una persona que ama mucho su cultura y que quiere rendir un homenaje a las personas que quiere y que admira a través de la palabra: “Eso es lo que me llevó a hacer un libro, porque yo nunca planeé publicar un libro, todo comenzó durante la pandemia, con publicaciones en una red social”.

 

Danzante nato

Si hay algo de lo que se siente orgulloso Juan es de ser un danzante. Aprendió a danzar desde muy pequeño, con sus abuelos, incluso durante toda su secundaria, el ayudó a sus maestros de danza a enseñar a sus compañeros y montar las danzas escolares.

Tristemente notó, que algunos compañeros de su comunidad, al estar en la ciudad, no querían bailar.

 

Papá Luchón

Maska como muchos jóvenes de las comunidades, se vio en la necesidad de emigrar de su lugar de origen buscando una mejor oportunidad.

Así llega primero a Guadalajara, donde tenía familiares, y donde conoce a la mamá de su hija, con quien se convierte en papá a los veinte años. Después de unos años juntos, deciden separarse, mudándose con su hija a la CDMX, donde vivían sus hermanos y a donde se llevaron también a su mamá y donde radica actualmente.

 

Movimiento Huasteco-Chilanguense

Al llegar a la CDMX descubrió con sorpresa que existe una gran comunidad de huastecos radicando en la ciudad, que realizan actividades artísticas, culturales, y por supuesto gastronómicas para compartir las tradiciones.

Juan reconoce que comenzó a aprender más sobre la música tradicional hasta su llegada la ciudad: “Tuve un reencuentro con mi cultura, yo le daba al rap, no tanto al huapango”, nos cuenta.

En la CDMX empieza a relacionarse con personas interesadas así como él, en preservar las lenguas y las tradiciones, como por ejemplo el rapero Juan Sant, rapero totonaco.

Incluso, está iniciando proyectos con el rap, y está en proceso el lanzamiento de un videoclip de un rap en español y tének que grabó en su comunidad.

 

 

Chakam Pulik Inik, pequeño gran hombre

 

Maska platica a Crónica de Xalapa, que hace como seis años falleció uno de los últimos abuelos de su comunidad, y cuando fue al sepelio, se dio cuenta del valor que tenían los abuelos: “Me di cuenta que al partir ellos, nos quedamos sin música por ejemplo, así que me organicé con la comunidad y cooperamos para comprar instrumentos, y luego se crea un taller de música tradicional y danza”.

Posteriormente, uno de sus primos que administraba una página de Facebook, lo invita a escribir un texto para su página, un texto que gustó mucho a la gente por lo que su primo le pide más y más textos.

“Hice un texto del nevero, por ejemplo, me emocionaba dedicarle palabras a gente que yo admiro , no personajes hechos por mercadotecnia, sino gente de nuestra vida diaria, que se merece ser reconocida, así seguí haciendo pequeños textos dedicados a los pueblos, a la gente común, y la respuesta fue muy buena”.

Maska nos cuenta que los comentarios de la gente le motivaban mucho, personas que por ejemplo se encontraban fuera del pueblo, como es lo común y que al leer sus textos regresaban a ese domingo de plaza, o a esos sabores, olores, colores, de antaño, de su tierra natal.

Posteriormente una editorial lo contacta y le propone publicar sus textos en un libro, por lo que se puso a escribir más material, y al cabo de varios meses, se juntó lo suficiente para editar el libro: Chakam Pulik Inik

Chakam Pulik Inik es un canto a los que se fueron y a los que vendrán, y a los que se alimentaron de los que se fueron. Es una ofrenda a la tradición, a la cultura de su pueblo, a la vida, dice Ángela Cornejo Zambrano correctora de estilo del libro.

El libro fue editado por la editorial Letras Huastecas este 2022 y cuenta con ilustraciones hechas por sus amigos y niños de su comunidad, además de que la portada fue diseñada por el artista también huasteco Jorge Domínguez.

Al rescate de las tradiciones tének

Maska está poniendo su granito de arena para preservar las tradiciones de los pueblos originarios, ahora a través de su libro, sus máscaras, los talleres de música y danza y próximamente el rap.

-¿Qué les dirías a los jóvenes de tu comunidad respecto a las tradiciones?, le pregunto.

Les diría que tengan claro que pueden vivir en la modernidad, gustos a la moda, pero no olvidarse de donde vienen, sin dejar a un lado lo que son. Además, no puedes amar lo que desconoces.

Agrega que por eso a través de su libro, trata de dar a conocer a nuevas generaciones las tradiciones, los personajes, la danza, la esencia de su pueblo para que la conozcan , le amen, y la transmitan de generación en generación.

Si te interesa conocer más sobre Chakam Pulik Inik, de Maska de la Cruz, puedes contactarlo en sus redes sociales @MaskaDelaCruz(Huasteloko)