Cerati y Aterciopelados: un amor platónico y real

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AGENCIAS

 

El momento más mágico de la indeleble relación entre ambas figuras musicales ocurrió en marzo de 1996: ahí estaba Andrea Echeverri, sentada al lado de Cerati en la grabación de Comfort y música para volar de Soda Stereo en Miami

El momento más mágico de la indeleble relación entre Aterciopelados y la banda liderada por Gustavo Cerati ocurrió en marzo de 1996: ahí estaba Andrea Echeverri, sentada al lado de Cerati en la grabación de «Comfort y música para volar» de Soda Stereo en Miami.

«Me dejarás dormir al amanecer/entre tus piernas/entre tus piernas. Sabrás ocultarte bien y desaparecer/entre la niebla/entre la niebla», cantó Echeverri junto a su ídolo. Metido entre el público y técnicos de MTV Latino congregados en el estudio del disco supuestamente «unplugged»  (desenchufado) de Soda, a Héctor Buitrago le temblaban las piernas.

La versión de «En la ciudad de la furia» con Echeverri fue completamente reinventada: hipnótica, psicodélica y mucho más lenta que la original, pero manteniendo la melodía y letra intactas y demostrando, por si quedaban dudas, que Cerati era un original.

El romance – por momentos platónico, por momentos real – entre Aterciopelados y Gustavo Cerati empezó en Colombia y Argentina en distintos momentos y por diferentes razones.

«En 1993 yo no escuchaba a Soda sino punk», dijo Buitrago, quien en esa época era miembro de la banda La Pestilencia. «Pero cuando me junté con Andrea, ella sí era una experta en rock argentino y de a poco entendí lo grande que era Cerati. Y hoy creo que se nos fue el máximo exponente de la música latinoamericana en cualquier género».

Por su parte, Cerati había escuchado «Bolero falaz» de Aterciopelados (incluida en su disco de 1995 «El Dorado») y, en más de una oportunidad, había dado el visto bueno a esta joven banda colombiana que compartía sello discográfico con Soda Stereo (BMG).