El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha negado este lunes haber participado en conversaciones sobre el plan golpista tras su derrota en las elecciones de octubre de 2022 y ha atribuido la investigación de la Policía Federal, a una “persecución política”.
El líder ultraderechista declaró en rueda de prensa, recogida por Diario do Centro do Mundo:
Nunca he debatido un golpe de Estado con nadie. Si alguien venía a hablar de un golpe de Estado conmigo, yo preguntaba: ‘¿Y el día después? ¿Cómo nos encontramos ante el mundo?’. La palabra golpe de Estado nunca ha estado en mi diccionario. Nunca haría nada fuera de las cuatro líneas de la Constitución. Se puede resolver todo en las cuatro líneas.
Estas palabras llegan después de que la Policía Federal de Brasil lo acusara el pasado jueves así como a decenas de sus aliados de los delitos de abolición violenta del Estado de derecho, intento de golpe de Estado y organización criminal para mantenerle en el poder tras las elecciones de octubre de 2022.
Hasta 35 personas están acusadas de intento de golpe de Estado, cargo que acarrea penas de hasta 12 años de cárcel; pertenencia a banda criminal, con hasta ocho años de prisión; y abolición violenta del Estado de derecho, con máximas de ocho años.
La investigación apunta a una trama de desinformación para atacar a las instituciones y poner en tela de juicio la fiabilidad del proceso electoral e incitar a los militares a levantarse en armas. También se investiga la financiación de estas acciones y las operaciones para llevarlas a cabo y el uso ilegal de la agencia de Inteligencia.
Así, detalla cómo el núcleo cercano de Bolsonaro se reunió con los altos mandos de las Fuerzas Armadas, dos de los cuales se opusieron a la trama. Los entonces comandantes del Ejército, Marco Antonio Freire Gomes, y la Fuerza Aérea, Carlos de Almeida Baptista Júnior, afirmaron ante la Policía que el plan contaba con el visto bueno del expresidente.
Uno de los encuentros analizados por la Policía es el que se produjo en el Palacio de la Alvorada el 7 de diciembre de 2022, cerca de expirar el mandato de Bolsonaro y con Lula como presidente electo. En él, según, el general Freire Gomes, se leyó un plan de actuación que contó con el apoyo del entonces comandante de la Marina, Almir Garnier Santos, quien también ha sido acusado.
La Policía sostiene que hay indicios de que Bolsonaro participó en la redacción de ese decreto con el que se pretendía frenar el traspaso de poder. Ahora el documento deberá pasar por el Tribunal Supremo antes de llegar a la Fiscalía, que decidirá qué hacer con él.
(Europa Press) Y Aristegui Noticias