Barandal

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  • LUIS_VELAZQUEZDuartazo fulminanteVista previa
  • Senadores, en el limbo
  • Aterrador silencio

 

PASAMANO: Trece días después de que la mini gubernatura fue anunciada como iniciativa de ley y luego de cinco días de ser aprobada por 45 de los 50 diputados, los senadores del PRI, Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, siguen desconcertados… En el limbo… El duartazo fue derecho, derechito, al hígado; pero también a las neuronas y, por tanto, a su capacidad para reaccionar de inmediato ante la realidad avasallante, que es, por cierto, una de tantas características de un político fogueado en el campo de batalla… Como dice un priista, vaya: los senadores quedaron arrinconados… Y más, mucho más, porque desde entonces, en el caso de Pepe, casi casi el silencio, y en el caso de Héctor, bragado y bravucón, peleador callejero como él mismo se define, que nunca, jamás se ha arrugado, redujo su espacio de lucha, háganos favor, a boletines de prensa… Y desde tales le ha dado, una vez más, por pontificar, por ejemplo, diciendo que ninguna razón tienen los priistas para acatar órdenes del jefe máximo y que la mini todavía está sin aprobar porque falta el visto bueno de unos 107 presidentes municipales… Ajá… Es más, a partir del bombardeo aplastante, tanto Pepe como Héctor parecen haber cancelado sus giritas románticas de norte a sur y de este a oeste de Veracruz, excluyendo, por supuesto, las sierra de Oteapan, Chicontepec, Huayacocotla, Papantla, Soteapan y los valles de Santa Martha y Uxpanapa, donde nunca el par ha caminado; tampoco, claro, los duartistas Érick Lagos, Jorge Carvallo, Adolfo Mota y Alberto Silva, que de igual manera sueñan, y sueñan como locos, con la mini… Fue, pues, el duartazo un súper madrazazo al corazón y las neuronas de los senadores priistas que todavía ahora continúan sin reaccionar, cuando, por el contrario, opositores como son y han sido y se han declarado a la generación priista en el poder sexenal, deberían estar trepados en el ring preelectoral…

BALAUSTRADAS: La historia lo demuestra, cada uno vive los cambios y el rumbo de la historia a su manera… Vicente Fox, por ejemplo, decía, ni un paso atrás, ni siquiera, vaya, pa’tomar fuerza… Ernesto “El ché” Guevara exclamaba que por ningún motivo habría de rendirse… El cura Miguel Hidalgo gritó “¡A matar gachupines!”… Carlos Salinas dijo de los 600 perredistas asesinados en su sexenio; “Ni los veo ni los oigo”… Bill Clinton aconsejó a Enrique Peña Nieto, a propósito de la Casita Blanca de las Lomas, que arreglara las cosas y pa’lante, como él mismo siguiera pa’lante luego de las manchas seminíticas en el vestido rojo de su becaria de 22 años, Mónica Lewinsky… Otros, por ejemplo, como los jesuitas se confinan en las paredes del monasterio para rezar, leer la Biblia y reencontrar a Dios… Los senadores priistas, en cambio, y luego del humo blanco para la mini gubernatura, han optado por casi casi el silencio… Claro, pudiera explicarse, en ningún momento justificarse, como un profundo, inalterable, respeto a los días de amor y paz de la Navidad y fin de año, tiempo de concordia… Pero, al mismo tiempo, cuidado, porque el impacto político, social, moral, ético y electoral en la población priista simpatizante de sus causas los ha descarrilado, pues todos preguntan dónde están sus senadores… Nadie, se precisa, siente que el silencio es la señal avasallante de un grave y delicado estado de salud política… Ni tampoco que ellos mismos se hayan reducido a la muerte política, sintiendo que, ni modo, los 45 diputados de los 50 que avalaron la mini los fregaron, incluidos los diputados Ricardo Ahued Bardahuil, David Velasco Chedraui y Mónica Robles, quienes, según Yunes Landa le habían expresado su inalterable firmeza de que votarían en contra… Es más, de haber ocurrido así, pobre, entonces, del ingenuo de Héctor Yunes que creyó… Y más, a estas alturas de la vida…

ESCALERAS: Durante muchos meses los senadores rojos han caminado Veracruz con un proselitismo futurista excepcional, de igual manera como también los fidelistas Érick Lagos, Adolfo Mota, Jorge Carvallo y Alberto Silva, atrás del mismo objetivo, como es quedarse con la silla de Javier Duarte… Incluso, los senadores habrían sentido y percibido que los militantes del PRI declarados sus fans en ningún momento tomarían un Frutsi y comerían un Pingüino, pues tal significaría la peor de las traiciones… Pero se equivocaron, pues la liebre les brincó por otro lado… Un dato: los cinco diputados del PRI que anunciaron estar en contra terminaron doblegados… Otro dato: siete de los legisladores panistas votaron a favor, lo que resulta indicativo y significativa… Otro dato: de los 50 diputados, 45 sufragaron a favor… Pero, bueno, lo que en verdad cuenta es su respuesta… Ambos se han replegado, como si estuviéramos ante una muerte política, que resulta ene millón de veces peor que una muerte física… Y más: si la aplanadora priista arrasó con el voto de los legisladores locales, nada fácil será que hacia el año 2016 el gobierno de Veracruz orqueste un albazo, de tal forma que sea el Congreso quien, primero, nombre al mini gobernador, y segundo, también elija al gabinete legal y ampliado para dar forma a lo que desde ahora los mismos legisladores están llamando un gobierno de coalición, es decir, repartirse los cargos públicos entre ellos mismos y sus elites partidistas como si fuera un gigantesco pastelazo… Y es que como están los hechos y circunstancias, se antoja difícil que el candidato tricolor ganara la elección de gobernador en las urnas… Mejor, repartirse el pastel entre la cúpula familiar de los partidos políticos, todos incluidos, hasta el PRD hecho trizas, el PT inexistente, y el Movimiento Ciudadano una vacilada, sin que los Viagras toquen baranda…