Este lunes 26 de enero se cumplen 4 meses desde que 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron desaparecidos en Iguala, Guerrero, según la versión oficial, por los propios policías municipales, quienes atendieron la orden del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, quien está actualmente preso, al igual que María de los Ángeles Pineda Villa, vinculada al grupo criminal “Guerreros Unidos”.
Sin embargo, para los padres de los normalistas las investigaciones realizadas por la PGR no son concluyentes, por lo que continúan con la búsqueda de sus hijos. Incluso, este día encabezan una ola de manifestaciones que se realizarán en México y en diferentes países.
Sobre las investigaciones de los hechos ocurridos el 26 de septiembre en Iguala, la agencia AP dio a conocer que, para el Equipo Argentino de Antropólogos Forenses sólo se ha comprobado científicamente la identidad de uno de los jóvenes, Alexander Mora, pero no existen evidencias suficientes para concluir, como afirma el gobierno, que fue calcinado en un basurero ni para saber cuál fue el destino de los otros 42.
El grupo de expertos independientes, avalado por las familias de los desaparecidos, explicó a The Associated Press que todavía no hay “evidencias suficientes” para vincular los restos calcinados encontrados por las autoridades junto a un río en el municipio de Cocula, Guerrero, en el sur del país, con los sucesos que, de acuerdo a la versión oficial, tuvieron lugar en el basurero de esa misma localidad.
Los argentinos, los únicos peritos independientes autorizados a trabajar en los mismos lugares y con las mismas evidencias que la PGR, confirmaron la identificación de Mora, pero al ser consultados por la AP recordaron que la evidencia que une el basurero con los restos encontrados en el río “es esencialmente testimonial” y, por tanto, no ofrece la necesaria “certidumbre científica”.
A 4 meses de la desaparición de los normalistas, la noticia sigue conmocionando a una parte de la sociedad mexicana.