FRANCISCO DE LUNA
La inseguridad rebasó a las autoridades, quienes inmutables se refugian en el discurso de «no pasa nada»; mientras los habitantes de al menos siete municipios, entre ellos, Xalapa, hartos de los embates de la delincuencia, se han organizado para proteger su vida y la de los suyos
PROFESORES TEMEN DESAPARICIÓN DE ALUMNOS |
«Esta es una advertencia a quienes deambulan en las inmediaciones de la facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana y parque ecológico, tomen precauciones, pues se han incrementado los atracos; se identifica a sujetos armados con machete y en complicidad con otros en motos o taxis, ya han atracado frente a la iglesia del ‘Sagrado Corazón’, Carranza y Mina», se leen las alertas que se difunden en redes sociales. El temor, como un cáncer carcome a diversos sectores, tanto que en algunas instituciones educativas de Xalapa los profesores buscan medidas para proteger a los alumnos ante el incremento de jóvenes desaparecidos. Aquí son los docentes quienes se organizan para alertar a alumnos y padres de familia para tomar precauciones, tal es el caso de la preparatoria «Antonio María de Rivera», en la zona universitaria de Xalapa, los directivos solicitaron al alumnado establecer directorios personales para estar comunicados, propusieron salir en grupos para mantenerse a la expectativa ante cualquier intento de secuestro, refiere una de las notas publicadas por la agencia de noticias «Comunica Networks». Apenas este 4 de septiembre un usuario de redes sociales, a través de Maruchi Bravo Pagola colgó el siguiente mensaje en la red: «Acaban de levantar a un joven hace como 10 minutos que andaba en una moto, se los llevaron unos sujetos de una camioneta gris con blanco, eso fue por el hospital regional, exactamente enfrente del Yepas de 20 de noviembre y Alacio Pérez, la moto se quedó ahí. Qué horror que tengamos que ver eso en plena luz del día. |
Como si se tratara de un virus, las autodefensas han sido el único escudo para resistir la inseguridad que se expande en todos los rincones de Veracruz, un símbolo de hartazgo social ante la inacción de las autoridades.
Los grupos que anteriormente se presentaron en comunidades serranas, se extendieron a las ciudades como grupos de vecinos vigilantes. Iniciaron en Veracruz y se propagaron a los municipios de Coatzacoalcos; Boca del Río y Xalapa, capital de la entidad, –donde albergan los poderes ejecutivo, legislativo y judicial– un sitio catalogado por las autoridades «donde nunca pasa nada».
«Es nuestra única salida… las familias ahora hacemos el trabajo que le corresponde al estado», responde María Angélica escondida tras las rejas de su portón en la colonia «Mirador», a tres cuadras del Congreso de Veracruz.
Los robos en casas, autopartes, vehículos, cristalazos, secuestros, levantones, desapariciones y hasta intentos de violación se convirtieron en algo cotidiano, sin que la autoridad interviniera, la única opción fue actuar organizados para autoprotegerse.
GRUPOS DE AUTODEFENSA, ESCUDO ANTE LA VIOLENCIA
Los escenarios de inseguridad se repiten en cada una de las colonias de Xalapa y en todo Veracruz, desde la zona norte, centro y sur, donde los delincuentes intentan orillar a las familias a acostumbrarse a estos modos de vida.
El siguiente paso ante la escalada de violencia y la inacción de las autoridades fue la autodefensa. Tan sólo en la capital del estado, cinco colonias se han organizado para integrar su propia protección: El Mirador, Lomas Verdes, Inmecafé, Xalapa 2000 y la misma zona centro de la ciudad, a tan solo seis cuadras del Palacio de Gobierno y cinco del Ayuntamiento.
Hay temor, angustia y hasta desesperación entre los ciudadanos. A pesar de estar «acostumbrados» a la inseguridad, cuentan sorprendidos acontecimientos como el de este viernes 12 de septiembre 2014, cuando fueron testigos de un asalto a una transeúnte frente al mercado «Jáuregui» de la capital veracruzana.
Aseguraron que ocurrió a las 2:30 de la tarde y los «rateros» eran una mujer y un hombre vestidos con uniforme de la policía de proximidad; otros elementos de seguridad dijeron se trataba de «falsos policías».
Explicaron la forma de operar «eran dos, tiran unas llaves y quien pasa caminando se agacha a levantarlas, entonces en ese instante otro se abalanza contra la víctima para tumbarla y despojarla de sus pertenencias».
MANTAS A SEIS CUADRAS DE PALACIO DE GOBIERNO
«Vecino Vigilante», ¡Barrio Seguro!, «Denuncia 066», se lee en seis lonas colgadas al frente de las casas de la colonia centro de la ciudad de Xalapa donde las familias se organizaron para sobreponerse a la inseguridad.
Luego del asesinato de una anciana de 73 años de edad que se resistió al asalto en su hogar; sus vecinos decidieron protegerse y auxiliarse en casos de emergencia.
Hay seis lonas con el mensaje, en las calles, Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero, Azcarate y Bustamante; avenidas ubicadas a seis cuadras del Palacio de Gobierno del Estado de Veracruz y el Ayuntamiento de Xalapa.
Los mensajes han logrado inhibir un poco a los asaltantes, «nos damos cuenta de personas sospechosas y nos avisamos».
LOMAS VERDES, VECINOS UNIDOS
La misma estrategia se implementó en la colonia «Lomas Verdes», en Xalapa ubicada frente al C4 y a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) en 2012. En amplias mantas se colocaron los siguientes mensajes: «Casa protegida, vecino vigilante, alto a la delincuencia», ¡Barrio Seguro!», «Yo sí coopero, casa protegida», «Vecinos unidos y preparados para una contingencia».
En por lo menos 50 casas del fraccionamiento los vecinos han colgado lonas como medida de advertencia y sinónimo del hartazgo por la inseguridad que acechaba a todas horas en sus domicilios y andadores.
Desde hace dos años, luego de un asalto a una vivienda los colonos acordaron contratar vigilancia particular, así como colgar mantas y poner timbres en la parte alta de sus casas para usarlas como alarma.
EL MIRADOR, VECINA DEL CONGRESO Y PJ
Entonces siguieron otros sectores poblacionales cercanos a instituciones gubernamentales. En la calle «Antonio Pérez Rivera» de la colonia «Mirador», a dos minutos del Congreso del Estado, los vecinos cuentan con silbatos, el número telefónico de cada uno de ellos, una red que los mantiene alertas ante cualquier llamado. De ser necesario, pueden atravesar camionetas en la entrada y salida de la calle, para impedir el escape de los ladrones.Su entrenamiento cada vez es más profesional. Han implementado simulacros, que van desde saber qué hacer si ocurre un robo, cómo acorralar al delincuente, de qué manera avisarse, las acciones a emprender para no salir lastimados, tienen horarios para rondines, vigilancia nocturna, así como el uso de alarmas y hasta de silbatos.
En ese lugar el mensaje es claro. «Vecinos unidos y preparados para una contingencia» se lee en dos mantas largas que cuelgan de un extremo a otro de la calle. Desde el 2013, las 52 familias tuvieron que enrejar sus viviendas como medida de protección.
VIOLENCIA DESBORDADA
Hay desmadre en «Albatros» en Veracruz; se metieron unos tipos al fraccionamiento y los vecinos de aquí persiguieron a los asaltantes; la gente está armada con palos, machetes y tubos. Están todos despiertos y preparados para el que se meta al fraccionamiento, escribió Maruchi Bravo, una de las tuiteras que abordan en su mayoría temas relacionados con la inseguridad.
Otro mensaje en su cuenta dice: «Hoy en la mañana en el fraccionamiento Hacienda Sotavento asaltaron la tienda de mis vecinos; justo cuando mi vecina estaba abriendo su tienda entraron 2 sujetos armados, encerraron a sus gemelos en una recámara y al vecino que estaba bañándose lo sacaron del baño encañonado».
Se trata de mensajes que demuestran el terror, la impotencia ante una violencia que se devora la paz social que ha llevado a las familias a organizarse para protegerse.
José Jaime, uno de los integrantes de estos grupos de vecinales en la capital veracruzana señala que esta agrupación ya tuvo resultados, pues en diciembre de 2013 lograron atrapar a un joven que intentaba meterse a una vivienda; los vecinos de inmediato se alertaron y pudieron atrapar al maleante quien fue entregado a la policía.
Los grupos organizados de vecinos se encuentran en Veracruz, Boca del Río, Xalapa, Córdoba y Coatzacoalcos, declaró Federico Rivas Valdés el pasado 19 de julio 2014, cuando aún tenía el cargo de Subsecretario de Seguridad Pública.
GOBIERNO REBASADO
Para el investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales (IIHS) de la UV, Leopoldo Alafita Méndez, el surgimiento de «vecinos vigilantes» en varias colonias de Xalapa y diversos municipios veracruzanos obedecen a la desconfianza que se tiene en los policías y al desborde de la delincuencia que ha rebasado al estado.
«Es muy claro que la policía es de los sectores considerados de menor confianza, siempre está al borde de la protección y de la delincuencia», indicó.
También consideró que el discurso del Gobierno del Estado de Veracruz en materia de seguridad pública está rebasado por la gran cantidad de hechos que ponen en entredicho el desempeño de las autoridades encargadas de garantizar el orden público.
Alafita Méndez dijo que el riesgo para las autoridades es que sea tal la cantidad de información sobre hechos delictivos que cuestionen finalmente la eficacia o incluso la función pública de proteger a los ciudadanos, de ofrecer una vigilancia que en verdad brinde seguridad a los ciudadanos de los municipios, de las regiones, y en general del Estado de Veracruz.
El territorio veracruzano se contaminó de miedo y de terror, entonces las familias colgaron mensajes que no podían gritar; las mantas se convirtieron en esas banderas para exigir paz ante la voracidad de la violencia que extiende su poder y a su vez exhibe la incapacidad de las autoridades para detener la delincuencia.