Una comunidad en Texas está conmocionada tras las graves acusaciones contra Arturo Alarcón, pastor asociado de 38 años, quien fue arrestado por presuntamente instalar cámaras espía en una vivienda de la iglesia y poseer pornografía infantil en su teléfono.
El caso salió a la luz cuando una pareja de misioneros, alojada temporalmente en un remolque de la Iglesia Comunitaria 121, descubrió cámaras ocultas. El hombre notó un ruido de clic proveniente de un despertador en la vivienda y encontró una cámara con tarjeta de memoria incorporada.
La persona que colocó esas cámaras sabía lo que hacía y las instaló intencionalmente”, explicó Amanda McNew, portavoz de la policía de Grapevine. Según las autoridades, Alarcón tenía acceso exclusivo al remolque y era quien entregaba los códigos de entrada.
Según las autoridades, Alarcón tenía acceso exclusivo al remolque y era responsable de proporcionar los códigos de entrada.
El Departamento de Policía de Grapevine ha declarado que la investigación está en curso y que no hay pruebas de otros delitos. Actualmente no tenemos indicios de que niños locales estuvieran implicados en la presunta conducta”.
Según las autoridades, Alarcón tenía acceso exclusivo al remolque y era responsable de proporcionar los códigos de entrada.
El hallazgo inicial ocurrió cuando uno de los misioneros notó un ruido inusual en un despertador, dentro del cual encontraron una cámara con memoria incorporada. Amanda McNew, portavoz de la policía de Grapevine, explicó:
La persona que colocó esas cámaras sabía lo que hacía y las instaló intencionalmente”.
Durante la investigación, los detectives encontraron una imagen de pornografía infantil en el teléfono del acusado, aunque este hallazgo no está relacionado directamente con las cámaras espía. McNew afirmó que no se han encontrado otras pruebas de delitos, pero las investigaciones continúan.
La Iglesia Comunitaria 121 reaccionó de inmediato al reportar el caso a la policía y despedir a Alarcón tras su arresto. En un comunicado, aseguraron que no hay indicios de que niños locales estuvieran involucrados en las presuntas acciones.
Arturo Alarcón también trabajaba como maestro sustituto en el distrito escolar de Grapevine-Colleyville, que emitió una carta a los padres afirmando que no hay evidencia de conexión con el sistema educativo. Sin embargo, mantienen contacto estrecho con las autoridades.
El acusado fue liberado bajo fianza de 15 mil dólares y ha evitado cooperar con la policía, lo que ha generado mayor preocupación en la comunidad.
Es aterrador para los padres porque aún hay muchas incógnitas”, concluyó McNew.
*EXCELSIOR