Amanda Lalena deja atrás a Amandititita en su libro más personal

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La cantante y escritora mexicana Amanda Lalena Escalante, mejor conocida como Amandititita, ha publicado su libro más íntimo: Un día contaré esta historia (Penguin Random House). Un obra autobiográfica, en la que su autora revela episodios íntimos y dolorosos de su vida, explorando su infancia, la pérdida de su padre y el proceso de sanación espiritual que la transformó.

Amanda Lalena: del escenario a la escritura íntima

Aquellos que conozcan el trabajo musical de Amandititita saben de su irreverencia, pero en este libro la autora ofrece una narrativa completamente distinta: honesta, cruda y sin máscaras. Es un parteaguas entre su faceta como personaje del espectáculo  y su verdadera identidad como Amanda Lalena Escalante, una artista que ha vivido el dolor y que hoy cuenta su verdad.

¿Qué fue primero, tu deseo de ser escritora o cantante?

Sin duda, escritora. Toda mi vida la he dedicado a las letras, pero con las canciones me empezó a ir bien muy rápido. Yo lo hice para pagar la renta y, de pronto, el medio de la música me absorbió por completo y tuve que hacer a un lado mi sueño de escribir.

¿Qué es lo que dice de ti esta nueva faceta artística?
Muchas personas llegan a mí por mi trabajo musical y pasa que la gente dice “escribe chistoso”, pero si se dan el tiempo, pueden ver que mis canciones son una exploración de personajes mexicanos y un reflejo del racismo, de la inseguridad, la falta de empleo, el machismo, etc.

Visto desde esa perspectiva, yo relato cuentos a través de las canciones.Ahora quiero que la gente lea lo que realmente escribo, porque es muy diferente. Por ejemplo, en mis libros casi no hay humor, y en las canciones se trata precisamente de eso.

Un día contaré esta historia surge con la muerte de tu padre.

Hay un antes y un después de la muerte de un padre o una madre para todo ser humano, y no importa si tienes seis o sesenta años. Creo que no hablamos tanto de cómo tenemos miedo a que muera nuestra familia ni cómo sobrevivimos sin esos lazos.

EXCELSIOR