Adultos mayores, 10 por ciento de veracruzanos

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No todos celebraron el Día del Abuelo este 28 de agosto

 

POR ROSA VÁZQUEZ

 

Enrique tiene 71 años, antes vivía en su casa con su esposa y dos mujeres que todos creyeron eran sus hijas. Ahora, es uno de los 37 habitantes del albergue de Cáritas en Xalapa y como miles de adultos mayores, ha quedado a la deriva.

Hasta el año 2011 y de acuerdo a reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Veracruz ocupaba el tercer lugar nacional con la tasa más alta de población de adultos mayores.

Dichos reportes marcaron 798 mil 557personas de 60 años en adelante viviendo en el estado, lo que representa aproximadamente el 10.45% del total.

Todos en la colonia  consideraban a Enrique un vecino ejemplar: se levantaba a las siete de la mañana y comenzaba a sacar la basura que todos los vecinos dejaban en la puerta de sus hogares, prendía el altar a la virgen y a las ocho de la mañana ya estaba en la escuela primaria ayudando a los niños a cruzar la calle.

Se ganaba la vida haciendo trabajos de reparación electrodoméstica, fontanería y todo lo que supiera arreglar. Su principal oficio era el de «huesero» y hasta su casa llegaban personas de toda la ciudad a buscarlo.

«Su esposa murió y sus hijastras lo mandaron a un cuarto de la casa en muy malas condiciones, dormía en una madera sin colchón y ellas en el resto de la casa» contó una de las monjas que ahora se encargan de Enrique.

-Don Enrique, ¿qué hace usted aquí?, pregunté al ver al hombre que durante años sirvió a su comunidad y que camina aún con la energía de un joven inquieto que quiere ayudar en todo y caminar durante horas.

«Pues ya vez, las entenadas me dejaron, ya es uno viejo y no les sirve de nada».

Para Bertha Criollo Vásquez, encargada del albergue Cáritas donde ahora vive Enrique, el abandono de las personas de la tercera edad se debe por una parte a la educación que ellos mismos dieron a sus hijos sobre la responsabilidad, pero especialmente se debe a la falta de valores que se vive en la actualidad.

“Somos tan materialistas que ahora se piensa que una persona tiene valor mientras produzca, pero el día que no produce pues los sacamos. Los vemos ahora como un estorbo y si los hijos así tratan a sus papás, seguramente después a ellos también los van a tratar así”.