En noviembre de 2021, fue publicado en la Gaceta Oficial del Estado el Programa de Aborto Seguro para Veracruz, con el objetivo de garantizar el acceso de todas las mujeres, niñas, adolescentes y toda persona gestante a servicios de calidad, oportunos, inmediatos, adecuados, accesibles e integrales para la interrupción del embarazo (ILE), siempre y cuando no pase de 12 semanas de gestación.
De acuerdo a la Secretaría de Salud, de 2020 al 2024, se han realizado 110 abortos en menores de edad por presunto abuso sexual.
La interrupción legal del embarazo ha sido un tema que ha generado polémica no sólo en México, sino en todo el mundo, dejando de lado que este proceso no es una decisión sencilla para ninguna mujer, en donde de 2007 a 2023 en México se han realizado 263 mil 267 abortos legales.
No obstante, existen colectivas que acompañan, ayudan, orientan y cuidan a otras mujeres que deciden abortar.
Se trata de Mercedes Ruiseñor, una joven activista que ayuda y acompaña a mujeres que desean interrumpir su embarazo, y a través del acompañamiento, también asesora y cuida en el proceso.
“El acompañamiento no es únicamente dar información en la parte médica o en lo que implica ciertos medicamentos , sino que el acompañamiento va justo es una práctica de cuidado que lleva esta parte de la contención emocional”.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a nivel nacional, en el primer semestre de 2023, se registraron 3 mil 200 interrupciones de embarazo en clínicas autorizadas, lo que representó un incremento del 25% respecto al año anterior.
En Veracruz, de acuerdo a la Secretaría de Salud, en 2023 se practicaron 600 abortos legales, en donde la mayoría de las intervenciones han sido mujeres de entre 18 y 29 años de edad.
Sin embargo, a pesar de los avances, persisten barreras. El Centro de Derechos Reproductivos señala que en Veracruz, el acceso a la información y los servicios siguen siendo desiguales, especialmente en comunidades rurales, en donde el 45% de las mujeres desconoce sus derechos reproductivos y los servicios disponibles.
En ese sentido, la activista mencionó que las mujeres de comunidades serranas en la entidad son las que más trabas tienen para practicarse una ILE, derivado a las carencias hospitalarias y la poca información que existe.
“Muchas intersecciones ahí que lo hacen bastante complicado por los usos y costumbres, porque no hay centros de salud, no hay farmacias en algunos lugares ni siquiera tienen señal”.
Organizaciones feministas en Veracruz trabajan para promover la educación sexual y los derechos reproductivos. Con el apoyo de la sociedad civil, se espera que la situación mejore, facilitando el acceso a servicios seguros, legales y sin discriminación o señalamientos hacia las mujeres.