- Oficio con mujeres
- Periodistas autónomas
- Tentadas por el poder
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DOMINGO
Mucha friega y poco sueldo
Hacia finales de 1960, en el oficio periodístico predominaban los reporteros. De cada 10 hombres, una, acaso, era mujer. Y de cada cien reporteros, 10, y de las diez mujeres, la mayoría en las páginas de sociales.
Era aquel un club de Tobi. Quizá el despertar atrasado del siglo, la mayoría de mujeres estaba predestinada para las carreras de profesora egresada de la Escuela Normal, enfermería, odontología y medicina. Caso, quizá, contador público.
Pocas, excepcionales, soñaban con el periodismo.
Mucha friega y poco sueldo. Además, un oficio desde entonces desprestigiado. “Morirás de hambre casado con un reportero” se afirmaba, entonces, y acaso, de igual manera ahora.
Además, se tenía la percepción de que el reportero buscaba la información y tecleaba en la tarde/noche hasta el amanecer, mínimo, después de la medianoche.
Y por si fuera poco, se afirmaba, sin excepciones, que el trabajador de la información era un borracho irresponsable, hijo de los prostíbulos y las casas de citas.
Pero, además, transa. Mejor dicho, corrupto. Deshonesto.
Decir reportero significaba aceptar embute, una iguala, aquel a quien le untan la mano y se conforma con poquito.
LUNES
Las precursoras
De Veracruz, las primeras respetadas y respetables reporteras que incursionaron en la ciudad de México fueron, por ejemplo, Isabel Zamorano, que era, además, profesora de educación primaria, y Adalberta Hernández Delfín.
Las dos iniciaron en El heraldo de México. Allí pasó su vida reporteril Adalberta, una muñequita.
Isabel pasó a Excélsior, luego a El Sol de México y después a la revista Siempre! con el legendario director, el tabasqueño José Pagés Llergo.
Ambas viajaron por el mundo en tareas periodísticas. Isabel Zamorano fue cronista de la presidencia de la República.
Años después, otra egresada de la amada facultad de Periodismo, Ana Cristiana Peláez, también quiso probarse en la ciudad más grande del mundo, como el DF, y comenzó en Televisa y llegó a convertirse en jefa de Información del noticiero estelar, 24 horas, con Jacobo Zabludowsky, hasta quemar sus naves y mudar en dueña de una estación de radio FM, con sede en Orizaba, lograda en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, su compadre.
Ellas tres, entre otras, abrirían la puerta defeña al ejercicio reporteril de mujeres de Veracruz.
Al mismo tiempo, de norte a sur y de este a oeste de la entidad jarocha, las puertas de los medios se abrían.
MARTES
Oficio con mujeres
Hoy, existen medios donde la mayor parte laboral en el diarismo son mujeres.
Además, con grandes ventajas ante los reporteros:
Uno, son más trabajadoras.
Dos, más productivas.
Tres, más creativas.
Cuatro, más honestas, íntegras.
Cinco, más leales.
Seis, más cultas.
Siete, rara, excepcional, quizá, será aquella que se emborracha y hasta se pasa. Pero al día siguiente se levantan frescas y rozagantes a comenzar de nuevo en un oficio donde cada amanecer se empieza de cero.
Ocho, son más, ultra contra súper sensibles a la realidad social, económica, educativa, de salud, de seguridad y política.
Nueve, son más celosas de su trabajo periodístico. La entrevista exclusiva. La crónica. El reportaje, en tanto hay reporteros que suelen compartir todas sus notas, incluso, establecer intercambio de noticias del día.
Diez, más, mucho más, las reporteras son más críticas que los reporteros. Más aguerridas. Más combativas. Más difíciles de convencer por un político que los hombres.
Claro, hay excepciones. Pero la regla predominante es que son, como afirmaba don Daniel Cosío Villegas de los reporteros de la Reforma, “ferozmente críticas”.
Desde luego, nadie dudaría que en el camino quedaran transfiguradas.
Pero las diaristas en el periodismo han refrescado el ejercicio reporteril, pues eso de que un jefe de prensa de un político las seduzca a partir del embute y la iguala, como que está en chino.
MIÉRCOLES
Reporteras autónomas
Alguna vez, en la ciudad de México, algunas reporteras soñaron con un periódico elaborado de principio a fin, en todos los procesos industriales, por mujeres.
Soñaban con el periódico ideal. La utopía. La libertad. La dignidad. La autonomía. La independencia, como premisa básica y fundamental.
Tronaron.
Se ignoran las razones.
En contraparte, las mujeres reporteras, fotógrafos, camarógrafas, editoras y jefas de Información y Redacción y directoras editoriales en la prensa escrita, hablada y digital se han multiplicado.
Es más, si se efectuara un seguimiento se advertiría lo siguiente: todas se expresan con absoluta libertad en su facebook, el twitter, el whatsapp.
Pero más aún, si por ejemplo en el medio donde laboran les censuran una nota, les quitan párrafos por equis pretextos, ellas trepan en las redes sociales la otra versión, es decir, la versión censurada.
Y, bueno, en unos casos los editores les han convocado para la enmienda, y si pretenden acorralarlas, entonces, han optado por renunciar antes que aceptar la censura.
Los hombres, en cambio, suelen doblarse con frecuencia…
JUEVES
Tentadas por el poder
En el camino reporteril, aquí, en la aldea, la provincia, han existido grandes reporteras súper dotadas para la nota informativa, la crónica, el reportaje, el fotoperiodismo y la edición. Incluso, para la dirección editorial. La columna.
Y, sin embargo, un día, ni modo, lástima, fueron tentadas por una oficina de comunicación social, una asesoría política, relaciones públicas, etcétera, y han colgado los guantes,
Del otro lado, la política, por ejemplo, ha ganado una activista, y en cambio, el periodismo ha perdido a una de las suyas.
En muchos casos, por desgracia, han sido los sueldos miserables que suelen pagar en los medios. Salarios de hambre les llamaba Ricardo Flores Magón en 1910, cuando con el Partido Liberal empujaba la caída de Porfirio Díaz.
Peor tantito si se considera que además de los sueldos paupérrimos, sin las prestaciones sociales, médicas y económicas contempladas en la Ley Federal del Trabajo.
Lo peor del asunto es que ningún diputado local ni federal legisla para que, digamos, la justicia social predomine en la relación de los trabajadores de la información con los magnates editoriales.
Ni hablar, nadie suele tirarse a los pies de los caballos desbocados en el carril…
VIERNES
Modelo a seguir
Cada quien sus demonios y santos; pero vaya un abrazo, el respeto y la admiración para la reportera Esperanza Morales.
Una honestidad a prueba de bomba, trabajadora inagotable, luchona, con principios y convicciones que en alguna parte de su vida la llevaron a un activismo social y político desde la izquierda, su causa.
Ha caminado por la prensa escrita, y el viejo principio sobre el destino de un reportero de pasar de un medio a otro atrás del sueño se ha cumplido en ella al pie de la letra.
Hoy, su trinchera es un noticiero radiofónico que le lleva a estar a las 5 de la mañana en la sala de redacción para estar al aire durante 3 horas consecutivas.
También tiene un periódico digital, que de algún modo ha permitido a miles de trabajadores de la información en el mundo crear su propio espacio, donde el ejercicio de la libertad alcanza su esencia plena.
Y más, como en el caso de Esperanza, quien tiene ideales y lealtades, zambullida en la más fascinante tarea de contar al lector la historia noticiosa de cada día, razón de ser para vivir cada día como un nuevo amanecer.
Gracias, Esperanza, por su amistad.